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¿Sabías por qué las matrículas no tienen vocales?

Confesadlo, también habéis jugado a las matrículas alguna vez en vuestra vida en busca de entreteneros durante esas largas y tediosas horas que implica un viaje en coche. Yo también lo he hecho y me he divertido viendo qué miembro de mi familia era el más rápido sumando los números de las matrículas o quién conseguía formar una frase con sentido a partir de las letras de la misma. Seguro que durante está práctica os habéis percatado de algo: las matrículas en España no llevan vocales pero, ¿sabes por qué?

Y es que ya hemos vivido casos similares con otro tipo de situaciones, tales como el polémico Mitsubishi Pajero o el Hyundai Kona y el significado de su apellido en Galicia. Sin embargo, las vocales no son el único tipo de letras vetadas en este sistema de matriculación, el cual lleva en activo desde el 18 de septiembre del 2000.

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¿Por qué las matrículas no tienen vocales?

El principal motivo por el que las matrículas en España no lleven vocales es debido a la posibilidad de generar palabras malsonantes. Aún así, el sistema actual genera acrónimos y combinaciones sonoras cuanto menos peculiares que también pueden derivar en la formación de conceptos poco apropiados por medio de las consonantes que encontramos.

Y es que desde hace 21 años, concretamente desde el ya citado 18 de septiembre del año 2000, los coches matriculados en España emplean placas de matrícula con un identificador que combina cuatro números, desde el 0000 al 9999, con 10.000 combinaciones posibles y tres letras comenzando por la BBB y terminando en ZZZ.

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Pero, ¿qué otro tipo de elementos o letras están vetadas en las matrículas españolas?

Además de evitar que se añadiesen vocales a las matrículas, con la entrada en vigor de este sistema en el año 2000 también se erradicaron otras letras y números para evitar confusiones y dar pie a la formación de expresiones malsonantes.

La Ñ y la Q, por ejemplo, están vetadas en el código de matriculación. Esto se debe a la confusión que pueden generar ambas letras al parecerse mucho a la N en el caso de la Ñ, y la Q a la letra O y al número cero. De esta manera, a la hora de identificar un vehículo por su matrícula podría llevar a errores garrafales.

Otro caso es el de la CH y la LL, que fueron prohibidas en el sistema de matriculación para evitar que se formasen matrículas con cuatro caracteres, configuración inviable con el sistema actual. No obstante, cuando entró en vigor la nueva matriculación la Asociación de Academias de la Lengua Española ya había excluido la CH y la LL del abecedario al considerar a estos signos como dígrafos y no letras.

Pero, al fin de cuentas, al determinar un sistema de matriculación no solo es importante evitar la formación de palabras malsonantes, sino también tener en cuenta que este tiene sus limitaciones. el primer sistema de matrículas implantado en el año 1900 tenía una limitación de un millón de coches por provincia, mientras que el anterior al actual registró más de 29 millones de vehículos. De la misma forma, la codificación de matrículas contemporánea no es infinita, y admite hasta 80 millones de vehículos registrados.

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