El McLaren 650S y su versión descapotable, el McLaren 650S Spider han sido dos integrantes centrales de la familia Super Series de McLaren, junto a coches como los McLaren 675LT. Actualmente ya no se fabrican, y han sido reemplazados por el McLaren 720S, único integrante actual de las Super Series. Al igual que otros hermanos de gama, los McLaren 650S se han construido en torno a un chasis monocasco de fibra de carbono, al que se han anclado los diversos subchasis del vehículo, así como un meteórico motor V8 biturbo de 3.799 cc, capaz de desarrollar una potencia máxima de 650 CV, como el nombre del modelo indica. La potencia del propulsor V8 de 3,8 litros sobrealimentado por dos turbocompresores es de 650 CV a 7.250 rpm, con un par motor de 678 Nm a 6.000 rpm. Asociando este motor - que todos los McLaren, a excepción del 720S, comparten - a una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones, el McLaren 650S Coupé es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en solo 3,0 segundos, alcanzando los 333 km/h de velocidad punta. En parte, su construcción ligera es la culpable de estos guarismos, con un peso en vacío de solo 1.301 kilos. Por su parte, la versión Spider es sólo 40 kilos más pesada - algo que se debe agradecer a la enorme rigidez torsional de la bañera de fibra de carbono - y su cifra de aceleración es idéntica a la del Coupé, perdiendo apenas 4 km/h de velocidad punta. Los McLaren 650S y 650S Spider tienen un diseño característico, con unas ópticas frontales que replican a las del McLaren P1, el coche más potente y rápido jamás creado por la marca. Son coches de diseño orgánico, con un aspecto extremadamente deportivo y apenas superficies rectas. Poseen elementos de aerodinámica activa, como un aerofreno trasero. Otra de sus peculiaridades es un sistema de suspensión adaptativa compuesto por amortiguadores interconectados, a través de los que circula fluido hidráulico. Con este sistema se consigue que el coche vire completamente plano, y se consigue una firmeza completamente regulable. McLaren recuerda que las prestaciones oficiales del 650S están sujetas al uso de los neumáticos Pirelli P Zero Corsa desarrollados en su momento para el McLaren MP4-12C. Su tren de frenado está compuesto por discos carbonocerámicos, equipados de serie en los McLaren 650S. Permiten una frenada de 100-0 Km/h en apenas 30,5 metros, una cifra idéntica a la que ofrece el Ferrari 458 Speciale. Para garantizar sus prestaciones y exprimir al máximo su dinámica, usa neumáticos Pirelli P Zero Corsa en medidas 235/35 R19 en su tren delantero, 305/30 R20 en el tren trasero. Su interior es minimalista, sencillo y con todos los botones agrupados en una sencilla consola central. La instrumentación es analógica y está enfocada al conductor, sin exceso de información o florituras visuales. Sus modos de conducción son Winter, Normal, Sport y Track, desconectándose en el último un gran número de ayudas electrónicas a la conducción. Otro detalle curioso de los McLaren 650S es que no poseen un diferencial autoblocante trasero: es un diferencial abierto, con un sistema electrónico que frena cada una de las ruedas traseras en función del giro, simulando la presencia de un autoblocante. El McLaren 675LT es considerado una evolución de los McLaren 650S, que fueron reemplazados en 2017 por el McLaren 720S, equipado con un chasis diferente y un nuevo motor 4.0 V8 biturbo de 720 CV de potencia. El McLaren 650S Spider cuenta con una capota dura en dos piezas que puede ser abatida en marcha hasta velocidades de 30 km/h en un proceso que dura 17 segundos.
