Es el inevitable destino de cualquier coche debido a los cambios en el mercado, sin importar lo leyenda que sea. A todos los modelos les acaba llegando la hora. Y a lo largo de este año y finales del anterior nos dejan cinco modelos que han sido leyendas del mundo de los coches y que no volveremos a ver. O al menos, no volveremos a ver conservando aquello que los hizo gigantes. Desde el Audi TT hasta el Ford Fiesta, pasando por el Kia Stinger. Cinco coches que dicen adiós y que han dejado huella en el mundo del motor.
Ford Fiesta
El Ford Fiesta ha sido una referencia, un verdadero icono, en el mundo de los compactos durante décadas. Desde su lanzamiento en 1976, ha encantado a conductores de todo el mundo con su economía, manejo ágil y estilo juvenil. A lo largo de su historia, el Ford Fiesta ha evolucionado para adaptarse a las demandas cambiantes de los consumidores, ofreciendo versiones hatchback y sedán, así como variantes deportivas como el Fiesta ST, que han sido la opción ideal para entusiastas de la conducción deportiva.
Sin embargo, con la creciente popularidad de los SUV y la transición hacia la electrificación, Ford ha decidido poner fin a la producción del Fiesta, dejando un legado que será recordado por su impacto duradero en el segmento de los compactos. Quizás ocurra como con el Puma y lo veamos en el futuro reconvertido en un vehículo eléctrico tipo SUV radicalmente diferente a lo que fue. De momento, eso sí, le decimos adiós sin noticias de un retorno estimado.
Audi TT
El Audi TT, con su diseño distintivo y su excepcional calidad de construcción, ha sido un icono de la elegancia deportiva desde su debut en 1998.
Con su carrocería coupé o roadster, el TT combinaba el estilo vanguardista con un rendimiento emocionante, convirtiéndose en un símbolo de la ingeniería alemana de precisión. A lo largo de los años, el Audi TT ha sido aclamado por su tecnología innovadora, incluidos los sistemas de tracción integral Quattro y las avanzadas pantallas de información y entretenimiento.
Sin embargo, con el cambio de preferencias hacia los SUV y la introducción de vehículos eléctricos en la línea de Audi, el TT se despide, dejando atrás un legado de sofisticación y desempeño que será extrañado por muchos. Un deportivo pequeño donde introducir una batería que alimente un alto rendimiento es imposible. Al menos, por ahora.
Kia Stinger
A pesar de no haber estado mucho tiempo en el mercado, el Kia Stinger deja huella por su combinación única de estilo, rendimiento y valor.
Presentado en 2017, el Stinger desafió las expectativas al ofrecer una experiencia de conducción emocionante junto con un diseño audaz y lujoso. Equipado con motores turboalimentados y tracción trasera, el Stinger ofrecía un rendimiento digno de vehículos de marcas de lujo a un precio más accesible.
Sin embargo, a pesar de que fue muy popular entre la crítica, el Stinger no logró alcanzar las ventas esperadas. Aunque su tiempo en el mercado fue breve, el Stinger dejó una impresión duradera como un verdadero disruptor en el segmento de los sedanes deportivos.
Volkswagen Passat
El Volkswagen Passat ha sido durante mucho tiempo un pilar en la línea de vehículos de Volkswagen, ofreciendo espacio, comodidad y confiabilidad en un paquete familiar. En algunos momentos ha llegado a ser casi la referencia de Volkswagen, compitiendo con iconos como el Golf.
Desde su introducción en 1973, el Passat ha evolucionado a través de múltiples generaciones, adaptándose a los cambios en gustos y tecnología. La versión berlina del Passat ha sido especialmente popular en Europa, donde su amplio interior y su eficiencia en combustible lo convirtieron en una opción óptima para familias y conductores comerciales.
Sin embargo, con la creciente demanda de SUV y la expansión de la línea eléctrica de Volkswagen, la versión berlina del Volkswagen Passat se despide, dejando un legado de versatilidad y confiabilidad en el mercado automotriz. La versión «ranchera» se queda. Pero las berlinas ya no se llevan, y el Passat es uno de los grandes damnificados.
Ford S-Max
El Ford S-Max ha sido un símbolo de versatilidad y practicidad desde su lanzamiento en 2006. Como monovolumen deportivo de siete plazas, el Ford S-Max combinaba la funcionalidad de un vehículo familiar con el dinamismo de conducción característico de Ford. Con su diseño elegante y su interior espacioso, el S-Max se ganó el favor de conductores que buscaban una alternativa a los típicos monovolúmenes con ese aire algo más deportivo. Sin embargo, con la creciente popularidad de los SUV y la disminución de la demanda de monovolúmenes en general, Ford ha decidido retirar el S-Max de su alineación de productos.
Aunque su partida deja un vacío en el mercado de los monovolúmenes deportivos, el S-Max será recordado por su combinación única de practicidad y estilo dinámico. Los SUV nada más que estos, y sí plantean limitaciones que el S-Max no tiene, como el espacio. Pero aun así, este gigante de Ford dice adiós al haber perdido la batalla con los sucedáneos de 4×4 que están dominando el mercado.