La renovación del Mazda CX-3 nos ha dejado con un lavado de cara en el que se han introducido pequeños cambios estéticos y novedades en su dotación tecnológica, pero hay más y es que, nadando a contracorriente, como es costumbre en la marca japonesa, los de Hiroshima han presentado un nuevo motor diésel para su SUV pequeño, para la alternativa de Mazda a coches como el Peugeot 2008 o el SEAT Arona.
El Mazda CX-3 equipa ahora un nuevo motor diésel de 115 CV
El nuevo motor diésel para el Mazda CX-3 pasa por un propulsor 1.8 Skyactiv-D de 115 CV, un motor que rivalizará con propulsores como el dCi de 110 CV del Nissan Juke, disponible con este motor desde 15.340 euros o el 1.6 TDI de 115 CV del SEAT Arona, disponible desde los 18.380 euros con este propulsor y el acabado Style.
Este motor se suma al Skyactiv-G de 2 litros de cubicaje, un motor gasolina que está disponible con dos niveles de potencia, de 121 CV y de 150 CV. Con el nuevo motor 1.8 Skyactiv-D de 115 CV el Mazda CX-3 homologa un consumo medio de 4.4 l/100 km bajo la nueva normativa WLTP y junto a la potencia de 115 CV nos encontramos con un par de 270 Nm.
El Mazda CX-3 se enfrenta al SEAT Arona y al Hyundai Kona
El nuevo motor Skyactiv-D de 115 CV es una evolución del antiguo motor 1.5 Skyactiv-D de 105 CV, ganando con este lavado de cara no sólo una mayor cilindrada y potencia sino también en eficiencia, consiguiendo además una mejor respuesta.
Mazda no se olvida así de los clientes que buscan un pequeño SUV diésel, con una gran dinámica y buenos ajustes y acabados, en medio de un incierto futuro en el que numerosos gobiernos ya están limitando su presencia en las ciudades y su cuota de mercado se está reduciendo.
Si estás pensando en comprar un SUV pequeño como el Mazda CX-3 debes tener en cuenta también modelos como el Hyundai Kona, el Renault Captur, el SEAT Arona o el Fiat 500X, también renovado recientemente. En nuestra guía de compra de SUV pequeños puedes conocer todas las ofertas del segmento.