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Tecmovia

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Más de 15.000 km con el mismo depósito en un Chevrolet Volt, ¿realidad o ficción?

Podría parecer una locura, sin embargo se trata de una noticia muy real, aunque con leves matices. Algunos de los usuarios de los Chevrolet Volt vendidos en los EE.UU. están realizando todos los trayectos cotidianos sin más autonomía que la de las baterías. Esto quiere decir, que los 64 kilómetros de media que es capaz de arrojar el Chevrolet Volt, con las baterías a plena carga, son más que suficientes para determinados clientes. De este modo, algunos de los propietarios ya acumulan más de 15.000 km sin haber exprimido el tanque de gasolina.

Poder moverte usando unicamente la autonomía eléctrica, requiere el tiempo y el lugar necesario para poder recargar

Entre los felices usuarios, encontramos personajes tan mediáticos como el presentador Jay Leno, gran amante de los coches, y que cuenta en su haber con una unidad del Volt como vehículo diario. Según el presentador, el Chevrolet Volt le permite ir a trabajar, realizar los recados, ubicar alguna parada esporádica y volver a casa con la autonomía suficiente para no haber necesitado un solo gramo de gasolina en todos sus desplazamientos. Claro está, que para realizar los teóricos 128 kilómetros (64 km máximo en cada viaje) ha tenido que recargar dos veces, una carga en cada uno de los destinos finales, hogar y trabajo.

Entonces muchos pensarán, cual es el motivo para comprar un Chevrolet Volt en vez de un Nissan Leaf, si al final todos tus trayectos no van a necesitar más autonomía. Pues la respuesta es el archiconocido «por si acaso», la seguridad que aportan los 35 litros del tanque de combustible son un seguro de vida en toda regla. Sobre todo cuando se pretende llegar a todo tipo de clientes, desde el más cauto con su coche, hasta aquel que mientras siga andando poco le importan las luces de colores que parpadean en el cuadro.

Un hecho posible, pero bajo circunstancias poco probables

Además como telón de fondo a esta noticia, todos estos usuarios hablan de las magníficas bondades de su Volt por dos motivos que pasan desapercibidos. El primero, se trata del hecho obligado de disponer de un punto de recarga en nuestros destinos, de este modo la autonomía no corre tanto peligro, pero el segundo punto, y más importante, es el poder disponer del tiempo necesario para poder restaurar la carga. Porque de no reunirse sendas condiciones, tarde o temprano gastaríamos algún que otro litro de combustible.

A parte de la tremenda imagen de marca que puede dar esta noticia. A un servidor, y aunque pueda parecer un poco quisquilloso, también le surgen algunas ideas de forma paralela. La primera de ellas, sería el como afectará a la mecánica el tremendamente escaso uso, es decir, la degradación del combustible, perdida de propiedades en los lubricantes… ya sabemos que en esta vida tan malo es el exceso como el defecto. No se trata de una afirmación, tan solo de un interrogante que me surge.

Fuente: General Motors
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