Se trata de una primicia desvelada en Salón del Automóvil de Tokio, y que aunque rezuma por todos lados el aspecto sobrio de Volkswagen, por ahora sólo se quedará como un concept-car. La apuesta de este prototipo quiere mostrar la idea de un todoterreno con silueta de coupe, una moda en la que todos los fabricantes quieren tener su particular opinión, por lo que posiblemente, gracias a este concept, ya sepamos por donde van a ir los tiros en la casa de Wolfsburgo.
El diseño empleado está claramente inspirado en los patrones estéticos de Volkswagen en sus últimos modelos. Líneas definidas y una limpieza visual que llegan a antojarse como excesivamente serias, sin embargo, este concept recurre a detalles y aspectos de prototipo conceptual, como son su interior de cuatro plazas, interfaz telemática configurable, las exageradas llantas cromadas de 20″, y una iluminación LED completa.
La plataforma empleada en el Volkswagen Cross Coupe es la denominada MQB, esta plataforma posee una arquitectura de motor transversal y tracción delantera y será la empleada en los futuros Seat León, Volkswagen Golf VII y Audi A3. Pero para este concept, se le ha querido buscar un poco más de usabilidad, por lo que se le ha incorporado un sistema de propulsión híbrida capaz de ofrecer una tracción a las cuatro ruedas de manera permanente.
El magnífico sistema híbrido que nunca llega a producción
En la zona delantera nos encontramos un motor de gasolina TSI capaz de entregar una potencia máxima de 150 CV y 210 Nm. Este motor será el principal encargado de mover los 1.748 Kg de peso del Cross Coupe, pero contará con el apoyo de sendos motores eléctricos para conseguir un consumo de tan solo 2,7 l/100 km. El primero de los motores eléctricos se encuentra situado en el eje delantero y es capaz de ofrecer 55 CV y 180 Nm, mientras que el eje trasero cuenta con otro propulsor con 115 CV y 270 Nm.
El funcionamiento híbrido del Volkswagen Cross Coupe parte de un sistema que sea capaz de ayudar al motor TSI en las situaciones de mayor esfuerzo, que por ende son las de mayor consumo. La principal misión de estos propulsores es la de aportar un «extra» en las fases de aceleración, aunque después pueden recargar las baterías en retenciones y pueden desplazar al vehículo en modo 100 % eléctrico hasta un máximo de 45 Km.
Su autonomía crece hasta los 850 Kilómetros al contar con un tanque de combustible de 55 litros, además del pack de baterías de Iones de Litio que alimenta a los motores eléctricos. El acumulador, se ha ubicado en el túnel de transmisión diseñado en la plataforma MQB para opciones que requieran una conexión mecánica para el eje trasero.
El trabajo duro de este sistema híbrido recae sobre la caja de cambios DSG con 7 relaciones, pues es la encargada de conectar ambos propulsores, TSI y eléctrico, para mover el eje delantero. De este modo, mediante un embrague, ambos propulsores pueden trabajar de manera conjunta o independiente.
Adelantando el futuro de los SUV’s Volkswagen
Tanto por concepción, como por diseño final, queda claro que es un prototipo no demasiado estridente para poder llegar a producción. El diseño en forma de coupe está poblando todos los segmentos conocidos, desde berlinas, hasta todoterrenos, y no cabe ninguna duda de que este prototipo tiene a su principal rival en el BMW X6.
Sólo nos queda esperar, y ver si finalmente, Volkswagen se arriesga y propone una variante del Touareg o del Tiguan en versión CC. Aunque también, puede que todo quede en un mero ejercicio de diseño y muestra tecnológica de lo que podrían ser los futuros SUV’s de los alemanes. Tendremos que esperar, pero sería una pena que el planteamiento híbrido se quedara como una mera anécdota de escaparate.
Fuente: Volkswagen
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