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La moraleja que nos dejó el chaval del Citroën AX diésel y sus 9'55" en Nürburgring

Estamos muy equivocados cuando pensamos que el único coche divertido es el último modelo de deportivo, o el tracción trasera, o el que como mínimo goza de un motor potente de gasolina con muchos cilindros, a ser posible dispuestos en uve. Reconozco que en el fondo nosotros también tenemos nuestra parte de culpa. Probablemente no exista nada más gratificante y divertido que conocer bien tu coche, saber sus limitaciones y obtener de él su máximo rendimiento.

Eso es precisamente lo que consiguió un petrolhead de Burdeos, que ha dedicado siete años de su vida en trabajar la vuelta perfecta al Nordschleife con un objetivo claro de bajar de los 10 minutos. Para lograr esta hazaña, que sin duda lo es, no creas que este francés escogió un 911, un CSL, un E46 o un GTI, ni tan siquiera un Swift Sport de alquiler. Ni corto ni perezoso se propuso lograrlo con uno de los coches más modestos y económicos que se hayan visto por El Infierno Verde, tanto como un Citroën AX 1.4 diésel con cerca de 700.000 kilómetros a sus espaldas, nueve cambios de motor y cinco transmisiones.

Estamos hablando de un utilitario con veinte años y muy poca potencia, apenas 52 CV. Una elección más razonable hubiera sido optar por las versiones más potentes que se comercializaron, que alcanzaron los 100 CV.

Imaginamos el dineral invertido por este francés en sus diez viajes a Nürburgring y las 118 vueltas que rodó para lograr esa vuelta perfecta en la que bajaría de los 10 minutos con su AX diésel.

Imaginamos que el propietario de este AX también se habrá ahorrado un dineral en combustible para cubrir los más de 2.000 kilómetros que separan su localidad del Nordschleife y las 118 vueltas que asegura haber realizado en sus diez viajes. Este coche apenas pesa 720 kilogramos y ha sido aligerado para la ocasión vaciando paneles prescindibles. Conducir rápido un deportivo en Nürburgring es un gran reto, pero hacer lo propio con un coche tan modesto como este y un motor realmente flojo, es un reto incluso mayor. O trazas perfectamente todas las curvas o perderás muchos segundos por cada error que cometas. En este vídeo se aprecia perfectamente como el piloto va apurando hasta el último metro del circuito y saltando pianos sin piedad.

Para ser honestos, también hay que tener en cuenta que este Citroën AX no va completamente de serie, pero casi. Se ha equipado con faros Xenon, se ha aumentado la presión de la bomba de gasoil, se ha reforzado el tren delantero y la admisión del motor. Pero sobre todo, lo que es aún más importante, es que este AX calza unos semi-slick Yokohama Advan A048, suficiente como para marcar la diferencia en circuito.

No podemos hacer otra cosa que dar la enhorabuena a este hombre por haber sacado lo mejor de su coche y, sobre todo, de sus manos.

Fuente: Nic BTG en Youtube

Extra: para terminar y antes de que alguno de nuestros lectores lo mencione en los comentarios, os proponemos una terapia de choque para reponernos del shock del humo negro del AX diésel de este bordelés.

En Diariomotor: Todas las noticias sobre los récords del circuito de Nürburgring

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