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Shockwave Jet Truck: el camión más rápido del planeta es la peor pesadilla de Greenpeace

El Shockwave Jet Truck es posiblemente el camión más rápido del mundo. Diseñado única y exclusivamente para competiciones de aceleración y espectáculos redneck por Neal Darnell, también puede ser considerado un desastre medioambiental con ruedas. Partiendo de una cabina Peterbilt extensamente modificada, en su chasis se han montado tres turbinas a reacción, que se alimentan de miles de litros de queroseno. Para que os quedéis conmigo, sólo os daré un dato por el momento: su velocidad máxima es de 605 km/h.

La bola de fuego más rápida del planeta

Para detenerse, necesita dos paracaídas militares de enorme tamaño montados bajo uno de los reactores.

Los dragsters construidos en torno a motores a reacción son máquinas increíbles. Locuras con ruedas en las que sólo importa la velocidad. Tras una exitosa carrera en promoción de eventos deportivos y el sector inmobiliario, Neal Darnell construyó un dragster de competición usando un motor a reacción militar y una pick-up Chevrolet Silverado. Tras el éxito inicial del vehículo bautizado como Flash Fire, decidió ir a por todas y construir el camión a reacción más potente y rápido del planeta. Y así nació Shockwave.

Dotado de tres motores a reacción Pratt & Whitney J34-48, este camión cuyo chasis aún conserva partes originales del Peterbilt de 1985 sobre el que se basa es capaz de desarrollar 36.000 CV de potencia. Vamos a expresarlo de otra manera: este camión tiene una potencia similar – o incluso superior – a un jet de pasajeros. Ignoro su peso, pero dudo que sea inferior a las diez toneladas. Y en el fondo es irrelevante, porque sus prestaciones son capaces de anular a la práctica totalidad de vehículos con ruedas del planeta.

Curiosamente, el aislamiento de algunos sistemas delicados durante las exhibiciones de velocidad es tela vaquera.

A fondo, es capaz de hacer el cuarto de milla en 6,63 segundos. Si se le da rienda suelta a sus tres motores a reacción, alcanzará una velocidad punta de 605 km/h. Una velocidad a la que sus neumáticos y aerodinámica están en el absoluto límite. Hace falta una pista de kilómetros y kilómetros para permitir semejante despliegue de caballería. Es por ello que Shockwave suele aparecer en eventos de exhibición aérea, habitualmente compitiendo con cazas o patrullas acrobáticas en duelos de aceleración. Glups.

¿Y qué hay del fuego? Aquí viene lo mejor. Sus motores queman queroseno, pero mediante un sistema auxiliar de combustible conectado a un tanque repleto de diésel, es capaz de inyectar gasóleo en la salida de los motores a reacción. La única función del diésel es quemarse y crear las espectaculares llamas que se ven en los vídeos e imágenes de este camión. Además, también echa llamas por los escapes originales. Mucho me temo que no es el vehículo favorito de Greenpeace y nunca será coche oficial de las conferencias climáticas.

Su aceleración llega a las 6G, pero en menos de un segundo se convierte en 9G negativas al desplegarse los paracaídas para su frenada. Todos sus pilotos tienen experiencia en pilotaje de aviones, por motivos obvios. Los locos coches de la última película de Mad Max palidecen ante este temible camión, que nos demuestra que muchas veces la realidad supera a la ficción. ¿Es posible ser más americano que esto? Os dejamos un par de vídeos tras estas líneas que certifican la locura de la que os estamos hablando.

Fuente: Shockwave
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