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¿Un Mercedes-AMG GT R aún más radical para batir a GT3 y Performante? Lo analizamos en nuestro último vídeo

El Mercedes-AMG GT se ha convertido sin lugar a dudas en uno de los deportivos del momento y el principal rival de Porsche 911 y Jaguar F-Type. El biplaza desarrollado por AMG ha conseguido hacerse un hueco a base de mucha personalidad y un V8 sumamente polivalente. Lo hemos probado en todos sus sabores, pero es justo tras nuestra prueba del Mercedes-AMG GT R cuando más seguros estamos de que en un futuro no muy lejano conoceremos al más radical de los Mercedes-AMG GT. Te contamos en vídeo por qué.

El Mercedes-AMG GT R aún esconde margen de mejora ¿Alguien ha dicho Black Series?

Para que nos vamos a andar con rodeos, el Mercedes-AMG GT R nos ha gustado mucho, es un deportivo que cumple con lo que promete y ofrece un festival de prestaciones para ser uno de los reyes en circuito. Además, y para mi sorpresa tras conducirlo por un millar de kilómetros, el Mercedes-AMG GT R es también bastante cómodo, lo que indudablemente no es casualidad ya que se trata de la filosofía que defienden coches como el Porsche 911 GT3 – ver prueba Porsche 911 GT3 991.2 – o el Jaguar F-Type SVR – ver prueba Jaguar F-Type SVR – .


«Hulk» – para los amigos – ha supuesto un importante cambio en todo lo que hasta la fecha había cocinado AMG, ahora Mercedes-AMG. Hasta la fecha la tónica general en los AMG «convencionales» había sido siempre ofrecer coches más divertidos que rápidos frente al crono, coches que gustaban de quemar rueda y convertir el sobreviraje en un estilo de conducción. En el Mercedes-AMG GT R se ha cambiado el tercio y la prioridad ha pasado a ser la efectividad en pos del mejor rendimiento en pista. Del Mercedes-AMG GT C al Mercedes-AMG GT R nos encontramos con un salto notorio, especialmente en puesta a punto, buscando conseguir ese control en la trazada que te permite devorar curvas casi como si pasaras sobre raíles.

Con ello no quiere decir que el Mercedes-AMG GT R no sea divertido, nada más lejos de la realidad, y como mejor prueba de ello está su control de tracción con hasta 9 filtros diferentes. Pero no nos queda ninguna duda de que AMG ha cocinado este GT R con la única intención de ser el peor enemigo del 911 GT3, y vaya si lo ha conseguido. Dicho esto nos toca reflexionar sobre el futuro del AMG GT, y ahí es donde salta a la vista que su chasis permite seguir subiendo el listón, no necesariamente para ganar en potencia, que podría a sabiendas de que el 4.0 V8 Twin-Turbo supera los 610 CV en otros AMG, sino metiéndose en terrenos más farragosos como una mayor reducción de peso, una aerodinámica aún más protagonista, una puesta a punto más radical… en definitiva en una receta más extrema que suponga poner el broche «Black Series» bajo las siglas GT.

Vídeo análisis del Mercedes-AMG GT R

Vídeo destacado del Mercedes-AMG GT

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