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BlaBlaCar ya existía en España mucho antes de lo que imaginas, ¡en 1791!

En 1791 aparecía el siguiente anuncio en el Diario de Madrid: «El Martes próximo sale un coche para la Ciudad de León con dos personas decentes; si hubiese otras dos que quieran tomar asiento en él para el mismo pueblo ó su carrera, acudirán a la puerta del Sol tienda de D. Hilario Fernández Valledor junto a la espadería, el quedará la razón en donde han de tratar este asunto». Fijémonos bien en que este mensaje perseguía exactamente el mismo fin, y prácticamente el mismo desarrollo, que servicios modernos para compartir coche como BlaBlaCar.

El mensaje tenía una clara intención, la de compartir coche. Unas mínimas normas, la de viajar con pasajeros decentes. Existía un punto de encuentro, la puerta del Sol, e incluso una referencia de seguridad, la tienda de D. Hilario Fernández Valledor.

La anécdota la conocíamos estos días gracias al periodista, experto en internet, Mario Tascón.

En un momento en el que vemos cómo ciertos sectores se enervan por la aparición de servicios de economía colaborativa, véase Uber y el sector del taxi, o BlaBlaCar y las líneas de autobuses, parece realmente necesario recordar que el consumo colaborativo no lo hemos inventado en la era de internet, que ya estaba ahí mucho antes incluso de que hubiéramos nacido. La verdadera revolución del consumo colaborativo, que probablemente cambiará por completo todos nuestros hábitos de consumo, está en las garantías que ofrece internet, las redes sociales, y las nuevas tecnologías (como los smartphones) para hacer que la economía colaborativa sea global y accesible para todos.

¿Tiene sentido que tengamos coches de más de una tonelada, y decenas de miles de euros, parados más del 95% del tiempo? ¿Sabías que en Estados Unidos hay más de 80 millones de taladradoras y que sus propietarios solo las utilizarán, de media, 13 minutos?

Vía: Somos Contingentes
En Diariomotor:

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