El canal de YouTube de Warped Perception no deja de ofrecernos auténticas perlas. Tras un motor a reacción transparente o una vista del interior de la admisión de un Toyota Supra, es turno del motor rotativo más pequeño del mundo. Se trata de un minúsculo propulsor fabricado por Toyan Engine, y aunque quepa en la palma de la mano y apenas tenga 2,4 centímetros cúbicos de cilindrada, funciona tal y como lo haría el propulsor de un Mazda RX-8. Ahora bien, este pequeña joya mecánica es capaz de girar a 30.000 rpm… ¡una auténtica locura!
Su rotor cuenta con sellos en sus vértices, tan pequeños como granos de arroz, y sus puertos de admisión y escape son idénticos a los de cualquier otro rotativo. Es un motor refrigerado por líquido, y su encendido se lleva a cabo mediante un calentador, parecido al de un motor diésel. La lubricación del motor se lleva a cabo mediante la mezcla de aceite y combustible, de forma parecida lo que se haría en un motor de dos tiempos – sin ser este motor de cuatro tiempos. El pequeño motor parece tener una baja compresión y problemas para arrancar tras ser desmontado.
Sea como fuere, el motor termina por arrancar, y el youtuber consigue acelerarlo con cierta fluidez. Poniendo una marca en su volante de inercia, logra medir un régimen máximo de giro de 30.000 rpm, mientras el motor suena como un enjambre muy enfadado de avispas. Me resultan fascinantes estos motores en miniatura. En condiciones óptimas, este motor desarrolla 0,72 CV de potencia a 14.800 rpm, pero no cuenta con un limitador de giro, y por tanto, este motorcillo de 415 gramos puede girar sin control a un régimen mucho, mucho más alto.
No será el último experimento que haga con este motor, pero si os habéis quedado con ganas de más, os sugiero que contempléis el funcionamiento de un motor rotativo transparente para entender su hipnótico funcionamiento.
