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La absurda normativa que ahonda aún más la brecha entre equipos grandes y pequeños

Lo que estamos viendo este fin de semana en el circuito de Spa-Francorchamps carece de sentido. La normativa sobre la sustitución de partes de la unidad de potencia fue modificada respecto a la de 2015 para evitar esperpentos como el de ver a un piloto salir desde el fondo de la parrilla e incluso posteriormente tener que pasar por boxes para hacer un Stop & Go con el que cumplir el resto de su penalización. Sin embargo, este año se ha conseguido un efecto aún más perjudicial para el campeonato, o que al menos genera aún más desigualdad entre equipos grandes y pequeños.

¿Hubiera podido cualquiera de las formaciones de la segunda mitad de la tabla afrontar un cambio casi completo de tres unidades de potencia en un fin de semana? Mercedes AMG ha descorchado en apenas dos días hasta tres unidades completamente nuevas de MGU-H, otras tres de turbocompresor, un motor de combustión interna y una MGU-K, con el único castigo de salir al fondo de parrilla del Gran Premio de Bélgica y con un número de elementos nuevos que a buen seguro les permitirá completar el año sin mayores sanciones de no producirse nuevos errores.

Estoy seguro que con los presupuestos tan limitados como los actuales, ninguno de los equipos ‘pequeños’ podría permitirse el estrenar hasta once elementos nuevos (dos de ellos hasta tres veces) en un mismo fin de semana de Gran Premio simplemente para tener ‘stock’ disponible para las carreras restantes. Dudo mucho que incluso los suministradores se lo hubieran permitido. Obviamente, la laguna legal de poder hacerlo y únicamente recibir una única sanción en un Gran Premio y esta imposibilidad que comento de que los equipos pequeños (los cuales alquilan las unidades de potencia) puedan hacer lo mismo, genera aún mayor desigualdad. Dichas formaciones nunca podrán realizar la misma estrategia y a buen seguro se ven obligados a exprimir menos sus mecánicas para poder completar el año con el menor número posible de partes utilizadas.

Es por ello, que está opción, o parte gris del reglamento, que permite a un equipo estrenar más de una pieza por elemento, para su unidad de potencia por fin de semana (sin que esta se haya roto o haya quedado inutilizada) sigue perjudicando a los equipos pequeños y favoreciendo a los grandes. Las escuderías más pequeñas deberán afrontar una a una, cada penalización durante los distintos fines de semana, mientras que los fabricantes tienen al alcance de la mano hacerlo todo en un mismo Gran Premio y así de paso reducir la sanción a únicamente salir último en una carrera. La brecha entre equipos se hace sin duda aún más grande. Se debería limitar a sólo estrenar un elemento por fin de semana, siempre que el repuesto no haya resultado también dañado. Todos con las mismas reglas de juego.

Fotos sanciones | Albert Fabrega

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