Uno de los clásicos más icónicos de Jaguar ha sido el E-Type, un descapotable de propulsión trasera lanzado en 1961, y considerado uno de los coches más bonitos jamás diseñados. En los años 60, Jaguar, aún dependiente de empresas externas para carrozar sus vehículos y con un fundador anciano sin herederos, acepta la oferta de fusión de British Motor Corporation (BMC), propietaria de Austin-Morris. British Leyland Motor Corporation fue el resultado de sucesivas fusiones, que llevaron a Rover, Leyland y Triumph al mismo grupo. Una mala gestión financiera y problemas coyunturales llevaron a la nacionalización de British Leyland en 1975.
En 1984, Thatcher privatiza Jaguar, que vuelve a la independencia por unos 5 años. Problemas laborales, problemas de calidad y problemas de gestión llevaron a la marca al borde de la bancarrota, y en 1989, Jaguar es adquirida por Ford. Durante los años 90, la inyección de capital de Ford resulta en el lanzamiento de productos como los nuevos XK, pero también productos como los S-Type y X-Type, construidos sobre plataformas Jaguar, vendidos junto a los anacrónicos XJ, que parecían formar parte de otra empresa. El lanzamiento de los nuevos Jaguar XF coincide con la venta del fabricante en 2008 a Tata Motors, junto a Land Rover.
Desde entonces Jaguar vuelve a disfrutar de independencia y un fuerte apoyo económico, que les ha llevado a desarrollar una gama propia de motores -los Ingenium, compartidos con Land Rover- y sus primeros todocaminos, los F-Pace y E-Pace. Actualmente es una marca con excelentes proyecciones de ventas para los años venideros.