El regreso de Ferrari a la cúspide del Mundial de Resistencia solo se puede calificar de éxito absoluto. Tres victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans para sus 499P LMH y ahora, desde la noche de este sábado 9 de noviembre, también doble Campeones del Mundo de Resistencia en la categoría absoluta. El fabricante del cavallino ha logrado múltiples títulos intercontinentales en las últimas décadas en categorías de GT2 y GTE, pero para hacernos una idea del tiempo que llevan sin obtener la corona en la clase reina, tendríamos que remontar a 1972 para encontrarnos el precedente más cercano entre los SportsCars.
Es por ello que la consecución del doblete sabe tan bien a los italianos, los cuales ni tan siquiera necesitaron conseguir el triunfo para asegurarse tanto el título entre los constructores como el de los pilotos, en este caso con la unidad #51 pilotada por Antonio Giovinazzi, James Calado y Alessadro Pier Guidi (primer mundial para el exF1, Pier Guidi y Calado suman tres campeonatos mundiales de LMGTE Pro).
El honor de la victoria en Bahréin recayó en este caso en Toyota GAZOO Racing, los cuales además consiguieron colocar a sus dos GR010 Hybrid LMH oficiales en las dos primeras plazas en lo que es la despedida ante la llegada el año que viene de la versión EVO que ya se ha visto rodar sobre el asfalto del Circuito de Paul Ricard.
Lo cierto es que Toyota encontró la competitividad perdida esta temporada en el Circuito de Sakhir. Autores de la Pole Position y con Sacha Fenestraz viendo la acción desde el box a la espera de subirse mañana para los test de rookies, la estructura consiguió dominar las 8 Horas de Bahréin, siendo en este caso el Toyota #7 de Kamui Kobayashi, Mike Conway y Nyck De Vries el que consiguió primero la Pole y finalmente rompió con la sequía de la estructura, mientras que el coche #8 de Brendon Hartley, Sébastien Buemi y Ryō Hirakawa finalizó segundo.
Se esperaba una carrera repleta de giros de guion, con algo de drama, pero finalmente Ferrari lo mantuvo todo prácticamente muy controlad y sin que los Cadillac de JOTA y los Porsche Penske pudieran dar demasiada batalla para intentar evitar la consecución de ambos entorchados por parte de los del cavallino rampante. Únicamente un coche de seguridad que apareció en la última media hora puso algo de emoción para el desenlace de una carrera que apenas tuvo incidentes y que tuvo que jugarse todo por tanto sobre el abrasivo asfalto del Circuito de Sakhir.
Toyota contuvo a sus perseguidores y Ferrari tampoco parecía estar muy por la labor de arriesgar sus títulos intercontinentales simplemente por pelear la última victoria del año. Tanto fue así que, incluso optaron porque el #51 le devolviera en parte lo sucedido en Spa-Francorchamps al #50, cediéndole la posición para que la unidad pilotada por Antonio Fuoco, Miguel Molina y Nicklas Nielsen pudiera también terminar tercero en el campeonato de pilotos para completar así el 1-2-3 de Ferrari que encabezaba el #51 y que secundaba la unidad amarilla de AF Corse, ganadora en Le Mans con el dorsal #83.
También es cierto que el #50 fue uno de los coches de cabeza a los que peor le vino la salida del coche de seguridad, ya que ellos ya habían realizado su paso por boxes, seguramente no sea consuelo para Molina, Fuoco y Nielsen, especialmente en un año que todos se habían marcado el objetivo de ser campeones, pero al menos logran un resultado perfecto para la marca.
Para Toyota también era un suspiro de alivio. Hasta esta última prueba no habían conseguido subir ni una vez al podio en lo que llevábamos de 2025, por lo que tuvieron que recurrir a uno de sus circuitos fetiche, donde llevaban 8 victorias desde 2013, cuatro de ellas con doblete, cifra que se amplía desde esta edición en una más en ambas estadísticas, nueve y cinco respectivamente.
Con los Toyota y los Ferrari bloqueando las cinco primeras posiciones, el Cadillac Hertz Team JOTA V-Series.R #12 (Alex Lynn / Norman Nato / Will Stevens) se tuvo que conformar con la sexta posición, por delante del Aston Martin THOR Team Valkyrie #009 (Marco Sørensen / Alex Riberas / Roman De Angelis), séptimo después de que Riberas llegara a estar incluso líder de carrera, mientras que el BMW #20 y los dos Peugeot completaron las 10 primeras posiciones, quedándose fuera tanto los dos Alpine como los dos Porsche de Penske Motorsport, con el #6 aspirante a renovar el título de pilotos que consiguieron el año pasado, quedándose en una discreta 13ª posición, lo que les llevaba a ceder incluso el subcampeonato en constructores al no haber sumado ningún punto.
El título en LMGT3, el único consuelo para Porsche en su despedida:
El único consuelo que le puede quedar a la marca es que la categoría LMGT3 se decantó en su favor gracias al título conseguido por el Porsche 911 RSR LMGT3 #92 de Richard Lietz, Riccardo Pera y Ryan Hardwick, recuperándose desde el fondo de la parrilla hasta la cuarta plaza en una clase que fue dominada por el Lexus RC F LMGT3 #78 del equipo Akkodis ASP pilotado por Petru Umbrărescu, Clemens Schmid y José María López, los cuales consiguieron su segunda victoria del año por menos de un segundo ante la presión de Maxime Martin a bordo del Mercedes-AMG #61. Una de las imágenes del día fue el duelo entre Dani Juncadella y Augusto Farfus que terminó con el piloto de Corvette dedicándole una peineta, repitiendo la acción de Tommy Milner también sobre el brasileño en Daytona de este mismo año.
Por último, además del adiós de Porsche Penske Motorsport, este sábado también ha marcado la última carrera como piloto profesional del Campeón del Mundo de Fórmula 1 de 2009, Jenson Button, terminando el Cadillac #38 a dos vueltas de los ganadores finales y viéndose protagonistas de un pavoroso accidente del Ferrari #54 en un lugar muy cercano al punto en el que Romain Grosjean tuvo su pavoroso accidente. Posteriormente esta acción le costaría un Stop&Go de 30 segundos.





