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Control Stop. Esta vez sí, Thierry Neuville puede salir campeón

No es la primera vez que Thierry Neuville se encuentra segundo del campeonato. El belga ya ha sido subcampeón del Mundial de Rallyes en 2013 y 2016, años en los que poco o nada pudo hacer para frenar a un Sébastien Ogier intratable que obtuvo en torno a un centenar de puntos más en la clasificación general que el ahora piloto de Hyundai. Sin embargo, si hay algo que puede encorajinar este año a Neuville no son esos 11 puntos que le separan del tetracampeón o las tres victorias conseguidas (que podrían haber sido cinco de no ser por los errores de Monte-Carlo y Suecia), sino que son sus resultados históricos en el campeonato los que deben de empujar a Thierry hacia el que puede ser su primer título Mundial de pilotos.

Y es que las segunda mitades de Neuville acostumbran a ser bastante mejores que las primeras. Especialmente en esos dos años clave, 2013 y 2016, en los que el actual cabeza de serie de Hyundai Motorsport logró prácticamente ni bajarse del podio. Concretamente con el Ford Fiesta RS WRC cosechó cuatro segundos puestos, dos terceros y otros dos segundos, mientras que, en 2016, año que compitieron con el Hyundai i20 WRC cinco puertas y en el que incluso la continuidad de Thierry llegó a estar más que cuestionada. Dos segundos puestos, cuatro terceros y un segundo fueron su salvoconducto para que Michel Nandan decidiera echar el resto para mantenerlo dentro del equipo.

Con un Neuville en clara línea ascendente, capaz además de ganar en cualquier tipo de terreno, es de esperar que la forma de afrontar los rallyes por parte de Sébastien Ogier cambie en los próximos cinco eventos. Al contrario que Sébastien Loeb, Ogier no acostumbra a llegar a la segunda mitad de la temporada con rivales tan cerca, como tampoco es muy habitual que él no sea el que más victorias lleva acumuladas en un año. Está siendo un año atípico para la pareja francesa y es por ello que la zona de confort en la que se suele mover ha desaparecido, más con una M-Sport que no cuenta con medios suficientes para reaccionar con la misma celeridad que Hyundai.

Lo mejor para Ogier este fin de semana fueron los 19 puntos obtenidos. Más allá de eso, no tuvo la confianza para atacar e incluso se llevó algún disgusto por su conducción en los enlaces

En Polonia, lo mejor para Ogier e Ingrassia fue sin duda el resultado. Hasta dos toques importantes en el frontal y un pinchazo que le hizo perder mucho tiempo y que en condiciones normales le hubiera dejado sin podio. Finalmente, la tercera plaza y los puntos de la Power Stage limitaron los daños y le permiten irse este mes de julio con la posibilidad de refrescar ideas y prepararse para el decisivo Rally de Finlandia.

Fue un rally difícil para nosotros, aun así, el resultado general ha sido bueno y hemos salvado tantos puntos como hemos podido. Nunca he sido un kamikaze al volante. Siempre he confiado en mí feeling por encima de todo y he intentado no forzar las cosas si no me siento 100% confiado. Este fue el caso en estas condiciones tan deslizantes y no tomé riesgos adicionales para tener la velocidad óptima. Tomar más riesgos no hubiera sido suficiente para conseguir la victoria de todas formas, parcialmente por el hándicap que suponía abrir la pista el primer día en esas carreteras super embarradas y también considerando la gran cantidad de mala suerte y todos esos pequeños problemas a los que nos hemos enfrentado.

Más allá de los problemas que tuvo este fin de semana de rendimiento, también tuvo unas advertencias de tráfico. Según Martin Holmes, Ogier ha sido multado con 4.000 euros, parcialmente suspendidos para los tres próximos rallyes, después de haber pisado la línea continua en varias ocasiones durante la tarde del sábado, así como tomar una rotonda en sentido equivocado y chocar con otro usuario de la carretera.

No fue un fin de semana para los franceses. Stéphane Lefebvre llevó el Citroën C3 WRC a la quinta posición, en gran parte por los errores de los dos pilotos de M-Sport, Ott Tänak y Teemu Suninen. El resultado del piloto galo sabe a poco para un equipo del que se esperaba más. En Finlandia jugarán la baza de la retrasada posición de salida de Kris Meeke para tratar de volver a repetir el triunfo del año pasado, sin embargo, volvería a ser un parche para pasar esta difícil temporada que está viviendo la formación de los dos chevrones.

Algo mejor se le están dando las cosas a Hyundai, con tres pilotos entre los cinco primeros y la recuperación anímica de Hayden Paddon, o a M-Sport, con Ott Tänak de nuevo peleando por el triunfo, el podio final de Ogier que les permite seguir líderes en ambas clasificaciones y los buenos tiempos realizados por Teemu Suninen en su debut. Más allá del scratch del joven finlandés en su sexto tramo al volante de un WRC, queda clara el cambio de tendencia que vuelve a estar sufriendo el Mundial de Rallyes. Después del dominio apabullante de la escuela francesa, la llegada de pilotos galos se ha detenido, la mayoría ‘cortados’ en el paso previo del WRC2, y ahora son los finlandeses voladores los que apuntan a un prometedor futuro a corto plazo con el relevo que plantean el propio Suninen, Esapekka Lappi y Kalle Rovanperä.

La tendencia parece estar revirtiéndose en cuanto al panorama entre los jóvenes valores. Los franceses ‘se cortan’ y los finlandeses dibujan un nuevo futuro.

La otra conclusión que podemos sacar de la prueba es algo ya se advertía en la previa. Tänak y Latvala tenían que sacar un buen resultado de Polonia para seguir enganchados a la lucha por el campeonato. Dos KO que reducen la lucha entre Neuville y Ogier que antes mencionábamos. Especialmente dolorosa la situación de Ott, un año después de derramar las lágrimas sobre este mismo escenario. El final podría haber sido muy distinto (haciendo referencia a su choque en la segunda especial del domingo) de no haber dicho adiós a su pequeña ventaja el sábado, cuando de nuevo un problema con la fijación del alerón dejaba al Ford Fiesta RS WRC sin el mismo. Y no es la primera vez, además del ejemplo más claro de Ostberg en Suecia, Elfyn Evans perdió su ventaja en Argentina tras la pérdida del paragolpes y difusor, de la que paradójicamente salió beneficiado también Thierry Neuville.

En las categorías inferiores nos encontramos a otros dos pilotos de futuro: Ole Christian Veiby, del que hemos hablado en más de una ocasión, especialmente por haberse criado compitiendo entre los Supercars del Mundial de RallyCross, se quitaba la careta y plantaba cara al que está llamado a ser el campeón del WRC2 este año, Pontus Tidemand. En el JWRC, Nil Solans está encajando los resultados que han dado la espalda en el pasado a nuestros representantes en dicho campeonato y en la WRC Academy. Con tres triunfos consecutivos, el catalán ha encontrado por fin el camino correcto.

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