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El debut que Citroën Racing no quería para su C3 WRC

La etapa del sábado ha estado marcada por el fatídico 13º tramo en el que Hyundai Motorsport decía adiós a la que podía haber sido la primera victoria de la nueva era del Mundial de Rallyes. Thierry Neuville se despedía de la que podía ser su primera victoria en el Rallye de Monte-Carlo tras sufrir un toque en el que dañaba su suspensión trasera derecha, mientras que Dani Sordo volvía a ser rebasado por Craig Breen tras sufrir una salida de pista en una curva de sexta velocidad precedida de la rotura de la dirección delantera.

Con Carlos Tavares y Linda Jackson arengando a las tropas en la asistencia de Gap, era difícil imaginar un estreno peor que el del Citroën BX 4TC en el Rallye de Monte-Carlo de 1986, último año de los Grupo B. Más si tenemos en cuenta que los estrenos de los World Rally Cars firmados por la firma de los dos chevrones siempre fueron muy exitosos, especialmente los del DS3 y C4, ya que en el caso del Xsara, la penalización a Philippe Bugalski y un problema mecánico en la unidad de Chus Puras los dejaron con el octavo puesto como resultado en su estreno en el WRC de 2001 a pesar de haber llegado a estar en posiciones de podio..

Aunque parecía complicado de igualar aquel inicio de temporada de hace 31 años, lo cierto es que el fin de semana para los galos ha sido para olvidar. A la salida de pista de Stéphane Lefebvre el jueves, en la que quemó el embrague intentando regresar al asfalto, se sumó la fuerte salida de pista de Kris Meeke durante el día de ayer que también le suponía el abandono al norirlandés.

La jornada del sábado no iba a ser mucho mejor, sin tiempos a destacar más allá del tercer mejor tiempo logrado en la última especial del día. Para entonces, Lefebvre ya había perdido algo más de tiempo por un problema con la dirección en su Citroën C3 WRC, mientras que Meeke debía detenerse por un fallo mecánico. El ganador de Portugal y Finlandia 2016 se dejaba muchos minutos solucionándolo, sin embargo, podría continuar en carrera a la espera de sumar mañana algún punto en la Power Stage final, en la que se repartirán 5, 4, 3, 2 y 1 puntos extras como novedad este año.

Sin embargo, el fin de semana se ha terminado de torcer cuando en el enlace hacia Mónaco, un vehículo ajeno a la carrera ha chocado contra el C3 de Meeke, arrancándole la rueda trasera derecha y dejándole finalmente fuera de la etapa del domingo. Recordemos que el Rallye de Monte-Carlo tiene un reglamento especial y no se permite reengancharse por medio de Rally2 de cara al último día, en el que la base se traslada a Mónaco, por razones obvias de espacio.

Con todo esto, Craig Breen se ha quedado como único representante con opciones de puntos, cuarto clasificado y único WRC 1.6 Turbo con las antiguas especificaciones dentro del grupo de cabeza. Desafortunadamente para el equipo Citroën Racing, el irlandés no suma puntos para la general de marcas. A pesar de todo ello, habrá que esperar, como se suele decir, no se puede sacar conclusiones en cuanto al rendimiento de las mecánicas hasta la llegada del Mundial al Tour de Corse, la cita más ‘normal’ de esta primera parte del Campeonato.

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Iván Fernández

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