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Los españoles y la filosofía Dakar. Ningún competidor se queda atrás en el desierto

La sonrisa de Mónica Plaza volvió a dibujarse en su cara. La jornada de hoy era dura, con muchos cordones de dunas de pequeño tamaño con grandes cortes lo que llevaba a que si las afrontabas con un ángulo incorrecto y una velocidad excesiva podías incluso terminar clavando el morro y volcando, e incluso, con la llegada de los coches más rápidos a los que más atrasos acumulaban en motos nos ha dejado alguna imagen acerca de la peligrosidad que supone el no tener visibilidad de lo que hay detrás de la duna. Sin embargo, la sonrisa de la copiloto conquense era una perfecta demostración de lo gratificante que supone el espíritu dakariano.

Obviamente, tener a tu lado un experimentado piloto en los Dakar africanos como es su padre, Manolo Plaza, te da una tranquilidad impropia de una aventura como esta. Mónica lleva años acumulando kilómetros con un Roadbook en la mano en pruebas todo-terreno, pero el rally-raid organizado por ASO siempre es mucho más especial. La etapa del lunes fue compleja, acusando mareos y cierto malestar que le llevaron incluso a derrumbarse anímicamente por un segundo, sin embargo, el nuevo amanecer trajo fuerzas renovadas.

Hoy, aunque los 403 kilómetros del bucle de Wadi Ad-Dawasir no ha sido menos exigente, e incluso un problema en el Sodicars BV2 de tracción trasera que les dejaba dañado el eje posterior les hizo detenerse durante muchos minutos a la espera de la asistencia. Sin embargo, la llegada de otro de los clientes del preparador francés (los mismos que utilizan la unidad que emplearon el año pasado padre e hija) y su generosidad al cederles su pieza de repuesto les han permitido seguir en carrera y seguir siendo ellos protagonistas del espíritu dakariano al ayudar, gracias a la experiencia de Manolo, a salir del atolladero a otro de los participantes.

Los Ángeles de la Guarda del Dakar son naranjas y no blancos: 

Si la sonrisa de Mónica y sus ojos brillantes nos hablan de esa otra carrera que se produce en la que no importa tanto los minutos de diferencia respecto a los primeros, sino ver la meta cada día y ayudar al resto, no ha sido para menos de nuevo la actuación de los integrantes del KH7 Epsilon Team, quizás uno de los camiones más conocidos por su colaboración desinteresada con otros participantes. Ellos se han encontrado hoy con los lugares de los accidentes tanto del IVECO del equipo Firemen, como el del Scania LoneStar de Maurik van den Heuvel, e incluso han sido otros de los que han ayudado a los Plaza a llegar hoy a meta.

Jordi Juvanteny y José Luis Criado, que a pocas horas del inicio del Dakar lamentaban la noticia de que finalmente sólo irían dos en el MAN 6×6 después de que su mecánico, Jordi Ballbé diese positivo en COVID-19 antes de viajar a Arabia Saudí, no se han cansado de ejercer ese papel de “Ángeles de la Guarda” durante estos días a pesar de que esto también les exija un esfuerzo extra, tanto a ellos como a su mecánica. Esto es el Dakar, aquí no hay soldados, pero aun así se hace suyo el lema del ejército de que “ningún compañero se quedará atrás”.

La recompensa al compañerismo les ha premiado con un Top20 entre los camiones y con el primer puesto entre los camiones 6×6 y los de producción, Dakar como filosofía de vida tal y como reconocía el navegante, José Luis Criado: “Nosotros somos así. No podemos ver a alguien con problemas y pasar a su lado como si nada… nunca lo hemos hecho y no lo haremos ahora porque vayamos sólo dos en la cabina. Creemos que ese es el verdadero espíritu del Dakar”. El titular hace referencia a los competidores españoles porque son los ejemplos que aquí tratamos, pero si algo me ha demostrado esta carrera durante los años que llevo siguiéndola es que durante cada edición se producen cientos y miles de historias de este tipo que no trascienden. No quería que estas dos se quedaran en el tintero.

Ya en las primeras dunas nos hemos encontrado al coche de Manolo Plaza con la tracción rota y al lado un camión embarrancado. En la siguiente duna, había otro vehículo accidentado y eso sólo ha sido el principio… porque en la zona de dunas hemos visto escenas espeluznantes. Hemos ayudado a todos los que hemos podido y sólo deseamos que nadie se haya lastimado, porque hay quien se ha dado algún golpe muy fuerte –  Jordi Juvanteny

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