Así funcionan los radares de tramo de la DGT

Los radares de tramo calculan la velocidad media del vehículo en todo el tramo.

Actualmente hay 62 operativos.

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— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) October 4, 2020

 

¿Cómo funciona un radar de tramo?

Los radares convencionales, ya sean fijos, móviles o camuflados, sólo pueden medir la velocidad de un coche de forma instantánea, es decir, en un momento y punto determinado. Para ello, y sin entrar en tecnicismos, envían una onda electromagnética hacia el coche, que rebota y es captada de nuevo. Así, analiza cómo ha variado la frecuencia de la onda emitida y reflejada, lo que le permite calcular según el efecto Doppler cuál era la velocidad instantánea a la que circulaba ese vehículo.

Por el contrario, los radares de tramo trabajan de forma totalmente diferente, ya que lo que miden es la velocidad media a la qua ha recorrido un vehículo una cierta distancia comprendida entre dos puntos. Para ello, en esos dos puntos se instalan unas cámaras infrarrojas que son capaces de detectar todos los vehículo que pasan a su altura leyendo la matrícula de los mismos, incluso en condiciones de baja visibilidad, junto a la hora exacta. En el punto final se repite la misma operación, siendo de vital importancia que los relojes de ambas cámaras estén perfectamente sincronizados, para lo que se recurre a un cable de fibra óptica o al uso de satélites. Además, también se utilizan para controlar otros factores, como la intensidad y características de la circulación, los vehículos de mercancías peligrosas o las estadísticas y alarmas de tráfico.

Así pues, sabiendo la distancia que separa ambos puntos y el tiempo empleado para recorrerla (de hay el registrar la hora de entrada y salida), se calcula fácilmente la velocidad media a la que se ha recorrido ese tramo, de forma que si se excede el límite del mismo se procederá a sancionar al conductor (o no se alcanza la velocidad mínima exigible).

 

¿Por qué es la herramienta más eficaz (y coherente)?

Desde el punto de vista de la seguridad vial este tipo de controles de velocidad es el más coherente, y el que más apuesta por nuestra integridad en detrimento de la recaudación. Para empezar, estos radares están señalizados, lo que les advierte a los conductores de que deben «pisar el freno» si no quiere ser sancionados. Pero a diferencia de los habituales radares fijos, que a lo postre sólo consiguen evitar el exceso de velocidad en un tramo de unos 200 o 500 metros, estos hacen que esos conductores circulen durante kilómetros a la velocidad legal.

De esta forma, instalarlos en tramos de concentración de accidentes o en cualquier otra zona interesante, conseguiría esquivar un factor que es consecuencia directa de más del 20 % de los accidentes con víctimas mortales. No obstante, es cierto que como lo que se controla es la velocidad media, cabría la posibilidad de rebasar ese límite y contrarrestar parando durante un periodo de tiempo o circulando a menor velocidad.

Otras técnicas que usa la Dirección General de Tráfico para esquivar ese comportamiento de frenar ente un radal fijo son los denominados radares en cascada. Esto consiste en colocar un radar camuflado unos kilómetros después del radar fijo, de forma que los conductores, una vez han frenado y vuelven a acelerar, confiados de que «el peligro ya ha pasado», ser cazados. Así pues, y bajo mi punto de vista, esto sólo conseguirá hacer que parte de esos conductores escarmienten, bien sea por la sanción económica, o por la pérdida de puntos, pero no reduce las posibilidades de accidente. En este mismo sentido, lo mismo podríamos decir de sobre el efectivo helicóptero Pegasus, porque: ¿de qué sirve para la seguridad vial recibir un mes después una multa cuando nadie evita que sigamos circulando a 180 km/h? No obstante, es un tema que por sí sólo daría para un intenso debate.

 

¿Dónde se encuentran instalados?

Finalmente, cabe recordar que como cualquier otro radar fijo, los radares de tramo deben estar correctamente señalizados. Para ello, se utiliza el típico panel informativo o señal que indica la presencia de un radar en las inmediaciones, pero que en ningún caso da señal de la ubicación exacta ni de la extensión de ese tramo.

Sin embargo, existen varios indicios que pueden dar idea de su localización exacta. Así pues, normalmente los puntos de inicio y final de esos tramos suelen ser los pórticos de paneles informativos, en los cuales se colocan esas cámaras, así como también salidas de túneles o similares. No obstante, a continuación os dejamos un listado con todos la ubicación de todos esos radares.

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