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El vídeo del accidente del coche autónomo de Uber aún nos deja algunas incógnitas

Durante los últimos días hemos asistido a una situación inédita y a lo que para muchos podía ser un punto de inflexión en el desarrollo y el avance del coche autónomo. Por primera vez un coche autónomo se había viso involucrado en un accidente mortal. Os adelantábamos que muy probablemente estemos ante uno de los accidentes mejor documentados de la historia. La tecnología que equipaba el Volvo XC90 de Uber que atropelló a una mujer el pasado domingo en Arizona ha permitido a los investigadores trabajar con infinidad de datos, y con varias grabaciones, desde diferentes ángulos. La policía de Tempe, Arizona, por fin ha hecho público un vídeo del accidente del coche autónomo de Uber. Y en él podemos constatar algunas de las informaciones que os dábamos estos días, pero también dejar en el aire algunas incógnitas y, en última instancia, recordar por qué los accidentes generalmente se deben a un cúmulo de circunstancias. ¿Qué sucedió en el atropello de este fin de semana?

El vídeo del accidente del coche autónomo de Uber

La policía de Tempe publicaba en las últimas horas un vídeo de apenas 22 segundos, con dos grabaciones, desde dos ángulos diferentes. En la primera grabación, una toma exterior del coche, en la que vemos cómo en un instante (a los 2 segundos) aparece Elaine Herzberg cruzando la carretera, mientras arrastra su bicicleta. Apenas un segundo más tarde, el coche autónomo de Uber ha llegado a su altura para golpearla. Lógicamente, lo que sucede después solo podemos imaginarlo, porque la grabación termina en ese momento para evitar mostrarnos imágenes que no proceden, ni son necesarias para esclarecer lo sucedido.

Estas imágenes confirmarían que la fallecida no estaba cruzando la carretera por un lugar apropiado, como ya adelantó la policía en su investigación preliminar hace unos días. Y también que el tiempo de reacción era escaso y que, en apariencia, ni el sistema del coche autónomo de Uber, ni su operador, fueron capaces de reaccionar para evitar el accidente.

El vídeo del accidente del coche autónomo de Uber publicado por la policía de Tempe estos días aclara algunos detalles del grave suceso que tuvo lugar el domingo, pero también deja algunas incógnitas

La incógnita que nos deja el vídeo del accidente del coche autónomo

¿Se podía haber evitado este accidente? Esa es la gran pregunta que muchos medios estadounidenses se están haciendo en este momento tras ver la segunda grabación (a partir de los 9 segundos). En ella vemos ver al conductor o, mejor dicho, el operador que por seguridad se encuentra tras el volante, para tomar los mandos en caso de emergencia.

Como han destacado muchos medios, parece que durante casi toda la grabación que precedió al accidente no está mirando la carretera, o al menos existe alguna distracción que impide que toda su atención esté centrada en la carretera. Hasta que al final del vídeo (a partir de los 20 segundos) levanta la mirada y se sorprende al ver a un peatón cruzando la carretera con su bicicleta. Para entonces ya era demasiado tarde, y el Volvo cuya conducción autónoma supervisa atropella inevitablemente al peatón, que más tarde fallecería en el hospital.

Algunos medios estadounidenses están centrando la atención en la distracción del operador del coche autónomo de Uber antes de que se produzca el accidente, ¿podría haberse evitado?

¿Se podría haber evitado el accidente?

De manera que este vídeo nos dejaría con dos dudas. ¿Podría el coche autónomo haber evitado el accidente? ¿Podría el operador haber evitado el accidente?

Con la investigación prácticamente concluida, los tribunales serán los que traten de responder estas dudas para determinar responsabilidades. Desde que se produce el contacto visual con el peatón, hasta que se produce la colisión, ha pasado poco más de un segundo, de manera que muy probablemente este accidente solo podría haberse evitado si el coche autónomo hubiera detectado antes al peatón, con un sistema de sensores y radares que detecten un obstáculo a mayores distancias, y en condiciones de visibilidad peores, que una cámara. Y aún si existiera alguna distracción del operador, parece demasiado atrevido anticipar que en algo más de un segundo hubiera tenido tiempo para reaccionar, frenar y evitar el accidente.

Lo que sí podemos constatar es que en el accidente del coche autónomo de Uber intervinieron un cúmulo de circunstancias. Un peatón cruzando por un lugar indebido, falta de visibilidad (el accidente se produjo a las 22:00 del domingo), un coche autónomo que no detecta al peatón con suficiente antelación para evitar el atropello y un operador que no es capaz de reaccionar a tiempo.

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