Después de 7 años y un intento fallido en 2010, los más de 130 estudiantes que han trabajado para sacar adelante el proyecto, lo han conseguido. Se trata del Récord de velocidad para un vehículo eléctrico, fijando la marca en 249 km/h, aunque se llegó a medir a este prototipo alcanzando los 280 km/h.
Este proyecto ha sido realizado por la Brigham Young University (BYU) afincada en el estado de Utah. Ha sido desarrollado por los diferentes ingenieros que tanto como proyecto final, o como voluntarios, han querido participar en este ambicioso proyecto. Todos los estudiantes implicados pertenecían a diferentes especialidades en ingeniería pero, han sido la aerodinámica y la electricidad las que han tenido un papel más importante.
El Electric Blue no es un simple proyecto de fin de curso, este vehículo ha sido diseñado por completo en un túnel de viento y cuenta con un cuerpo realizado en fibra de carbono. Otro aspecto a destacar han sido sus baterías, usando una tecnología de Litio-Acero-Fosfato han conseguido un peso inferior a los 500 kg, lo que ha posibilitado competir en la clase E1 para el Récord de velocidad que han conseguido.
El lago salado de Bonneville, una meca de la velocidad
La hazaña se ha llevado a cabo en uno de los templos sagrados para este tipo de récords, el lago salado de Bonneville. Este lugar atestado de Hot-Rods en los años ’50, ’60 y ’70 se ha convertido en la mejor pista para llevar acabo las singulares proezas en marcas de velocidad.
Con 4.400 kilómetros cuadrados donde poder alcanzar velocidades imposibles en cualquier otro escenario, este entorno es el escogido por muchas marcas para evaluar el rendimiento de sus mejores productos. Un ejemplo de ello, es sin lugar a duda, el de Bugatti y los innumerables test llevados a cabo para comprobar de lo que era capaz el Veyron y su punta por encima de los 400 km/h.
Os dejamos a continuación el vídeo sobre la realización del Récord:
Fuente: Electric Car Reports
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