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Adiós a Sergio Pininfarina: el hombre que reinventó el Centro de Estilo Pininfarina

Hablar de Pininfarina es hacerlo de la propia esencia del diseño automovilístico, de excelencia y de elegancia italiana. A los 85 años fallecía Sergio Pininfarina, heredero del emporio de su padre Battista Farina que desde muy joven ya se interesó por el negocio familiar graduándose como ingeniero mecánico. Tan grandes serían sus creaciones y su influencia para la industria italiana que el propio Presidente de la República les otorgaría el prestigio de cambiar su apellido original Farina a Pininfarina, por la importancia de la empresa Carrozzeria Pinin Farina. Recordemos que Pinin era únicamente el apodo de su padre Battista.

A día de hoy encontrarte con una placa cromada en la aleta de tu automóvil con la firma de Pininfarina es para muchos un orgullo, un detalle característico de marcas como Ferrari y Maserati que a lo largo de ocho décadas ha conquistado también a fabricantes fuera de Italia como Ford, General Motors, Peugeot, Volvo, convencidos del buen gusto y saber hacer de los turineses.

Basta decir que la historia de Ferrari no se entendería sin Pininfarina, saga de carroceros que a día de hoy mantiene una estrecha colaboración con Volvo. ¿Se imaginan lo mejor del diseño italiano junto con la innovación del diseño sueco? No es necesario seguir imaginándolo, el Volvo C70 es un buen ejemplo para empezar.

Sergio PininfarinaSergio Pininfarina (a la derecha) junto a Renzo Carli

Sergio reinventó el Centro de Estilo de su padre para

Lo obvio, es que el grado de involucración de Sergio Pininfarina garantizó que el negocio y el legado de Battista se preservase tras su fallecimiento a lo largo de cinco décadas más. Pero para muchos la verdadera contribución de Sergio a la empresa de su padre fue una nueva visión de la industria que le llevó a no verse relegado al papel del diseñador, sino a contribuir en todos los aspectos de la ingeniería y el desarrollo de un automóvil. Por otro lado sus esfuerzos han pasado por estrechar la colaboración con los fabricantes con multitud de acuerdos como el ya mencionado con Volvo.

El esfuerzo de Sergio también sirvió para que su factoría prácticamente liderase las investigaciones y el desarrollo aerodinámico con el boom que sufrió este aspecto, a día de hoy básico en la industria, allá por los años 70.

A día de hoy Pininfarina es mucho más que diseño, es ingeniería pura y dura, pero por supuesto siempre vista desde la elegancia y el estilo. Por otro lado más allá de la visión local de la industria, Pininfarina ha optado por expandirse a lo largo de todo el planeta estableciendo sus instalaciones en lugares tan dispares como Uddevalla (Suecia), Fort Lauderdale (Estados Unidos), Leonberg e Ingolstadt (Alemania) o incluso en Shanghai (China) y Casablanca (Marruecos) para expandir sus actividades en mercados emergentes.

Addio, Sergio, addio.

Fuente: Pininfarina
En Diariomotor: Ferrari Pinin (1980), la berlina Ferrari de Pininfarina | Las 5 claves que definen al nuevo Pininfarina Cambiano Concept

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