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Plataformas comunes, coches globales y llamadas a revisión millonarias. Lo que está por llegar

Ayer mismo, se confirmaba que Toyota llamará a revisión a un total de 6,4 millones de coches en todo el mundo. Entre los afectados, más de 800.000 en Europa y cerca de 30.000 en España.

Pero lo que sorprende y llama la atención no es el problema en sí, sino la magnitud de la llamada a revisión por el número de vehículos afectados. Pero el volumen de coches que producen al año marcas como Toyota; la naturaleza global de los nuevos modelos, es decir, su versatilidad para comercializarse en diferentes mercados de todo el mundo con pocos cambios; y la utilización de cada vez más plataformas y elementos compartidos a lo largo y ancho de una gama de modelos, anticipa que esto solo acaba de empezar.

No es un temor infundado que, gracias a la evolución que ha sufrido la industria del automóvil en estos últimos años, llamadas a revisión que hasta hace poco se saldaban con unos pocos millones de coches afectados (que no es una cantidad nada desdeñable), se conviertan muy pronto en decenas de millones de coches llamados a revisión en todo el mundo.

Llamadas a revisión

Ayer mismo aparecía un reportaje en The Truth About Cars que personalizaba el problema en el caso del Grupo Volkswagen. No creo que tengan ninguna fobia al Grupo Volkswagen y de hecho el ejemplo me parece acertado. Pensad que los coches del grupo alemán son como un enorme LEGO, un puzzle de plataformas comunes, motores, transmisiones y multitud de piezas no críticas, como gadgets, compartidas a lo largo de bastantes marcas, infinidad de modelos y millones de coches fabricados cada año.

Coches fabricados bajo un mismo patrón que, de haberlos, compartirán problemas

Evidentemente ya sabemos que ninguna marca, y especialmente los alemanes, se toma a broma el tema de la seguridad y la calidad de sus productos. Es más, la ventaja teórica sería que esto debe reducir la probabilidad, pero no eliminarla por completo, de una hecatombe global, de un fallo crítico que, en el peor de los casos, tuviera consecuencias fatales.

Hablamos de un caso hipotético, que no tendría por qué suceder, pero que supondría un golpe para la reputación de una marca del que no sería fácil recuperarse.

La experiencia de plataformas y piezas compartidas debería traducirse, teóricamente, en una mayor seguridad y fiabilidad, pero no exime que existan problemas que no se detecten a tiempo.

Y evidentemente eso no quiere decir que los coches de hoy en día, aquellos que utilicen elementos y plataformas compartidas con otras marcas y modelos, vayan a ser más inseguros. Probablemente será todo lo contrario, una mayor experiencia en más modelos y más unidades producidas debería aportar mayor seguridad y fiabilidad al cliente. El problema, es que cualquier fallo que no se detecte a tiempo puede suponer una llamada a revisión millonaria, en el número de vehículos afectados. El Grupo Volkswagen roza ya los 10 millones de unidades fabricadas al año, la mayoría de las cuales utilizan piezas comunes.

Por supuesto, son tantas las ventajas de compartir plataformas y piezas a lo largo de varias marcas y varios modelos, que el mero temor a las consecuencias de un caso como el de los pedales de Toyota debe animar a los constructores a extremar la vigilancia, pero jamás a renunciar a esta estrategia que está siendo la base del crecimiento y la rentabilidad de muchas marcas de renombre.

Los detalles de la última llamada a revisión de Toyota

Llamadas a revisión

La llamada a revisión unitaria de mayor volumen de la historia, fue de Ford, con cerca de 8 millones de unidades afectadas.

Si tienes un Yaris fabricado entre 2005 y 2010, un Urban Cruiser fabricado entre 2008 y 2010 o un RAV4, Land Cruiser o Hilux entre 2004 y 2010, lo mejor es que te pongas en contacto con Toyota (Teléfono: 902 337 000). Recordemos que Toyota es una de las marcas más transparentes en la comunicación de estas llamadas a revisión y especialmente tras el caso de los pedales en Estados Unidos. Esta revisión preventiva pretende solucionar ciertos problemas que, según el modelo, se han detectado en las guías del asiento, los refuerzos del salpicadero y los módulos de conexión eléctrica entre el volante y la columna de la dirección.

La de Toyota, por cierto, no es la mayor llamada a revisión de la historia. El récord de mayor volumen de coches afectados, en una llamada a revisión unitaria, lo ostenta Ford al filo de los 8 millones, que si se juntan a otros fallos y llamadas posteriores derivados de este mismo problema, superarían la decena.

Fuente: The Truth About Cars
En Diariomotor: Ranking de llamadas a revisión 1993-2008

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