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Favoritos Dakar 2015: Peugeot 2008 DKR, un nuevo león en la manada

La llegada, o mejor dicho, la vuelta de una marca como Peugeot a una competición como el Dakar siempre genera una gran cantidad de “hype”, lo que es para nosotros el bombo mediático. Sin embargo, todas estas expectativas tienen su parte mala y es que pocos conciben que a un equipo como el galo, con el apoyo publicitario y económico de Red Bull y contando con Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Cyril Despres se le pueda escapar el Dakar ya desde la primera participación del novedoso 2008 DKR.

Pero lo cierto es que los test no han dejado muy buenas sensaciones en cuanto a la fiabilidad del nuevo “buggy” de la firma del león. Un león que llega nuevo a la manada y que tendrá que mostrar los credenciales ante el actual jefe, el Mini All4 de X-Raid. Obviamente el terreno abierto y sobre todo el desierto promete ser el terreno en el que mejor se mueva este tracción trasera, pero lo que han intentado los hombres de Bruno Famin es que en las pistas de tipo rally también pueda defenderse contra los tracción total.

El coche, en palabras de Carlos Sainz, ha demostrado ser muy rápido, apoyado en su potente motor V6 biturbo Diesel y en las impresionantes suspensiones capaces de absorber cualquier irregularidad del terreno. Todo parece indicar sin embargo que el problema está en el atrevido diseño del 2008 DKR que ya ha dado más de un susto a pilotos y equipo técnico, llegándose a hablar de chasis que se rajan a los pocos kilómetros de iniciar los test en Marruecos e incluso de un cuasi vuelco de Carlos Sainz en su debut al volante del Peugeot.

A partir de ahí, todas las sesiones para estudiar la fiabilidad y comprobar los límites del modelo parecen haber terminado precipitadamente. Todas, menos la última y decisiva celebrada a primeros de diciembre en Marruecos y que parece haber puesto algo de luz para que en Peugeot sepan dónde poner los pies en este duro camino. El coche ha evolucionado mucho e incluso se ha visto como la altura ha ido reduciéndose considerablemente. Incluso han pensado en ponerle fácil la vida a los pilotos en un habitáculo que al principio parecía ser demasiado pequeño y pintando el techo de blanco con el objetivo de que la temperatura dentro no llegue a valores insoportables en medio del desierto americano.

Pocos meses (apenas medio año) y sólo seis pruebas  para preparar un coche que pueda luchar contra sus rivales y sobre todo contra la dureza de una cita como el Dakar. SMG con un proyecto “similar”, tal vez algo más lento en zonas estrechas y sinuosas pero con menos riesgos, fue capaz de terminar durante las dos últimas ediciones con actuaciones notables. Pero a Peugeot siempre se le pide más, ya no sólo la victoria en algunas etapas, sino que también apretar las tuercas a los Mini que hasta ahora habían tenido únicamente luchas internas tras el paso de Volkswagen al Mundial de Rallyes. La victoria está difícil pero con un joven león siempre queda la incertidumbre de saber cuándo se revolverá.