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La oportunidad ha vuelto a llamar a la puerta de Kevin Magnussen

Seguramente la noticia de la semana es que Pastor Maldonado ha anunciado su falta en la parrilla 2016 de F1, algo que se ha recibido de múltiples maneras, pero destacando la necesidad de su reemplazo. En mi modesta opinión, estoy de acuerdo con que Maldonado no mostraba progreso de cara al público, y que sin el apoyo económico se queda sin oportunidades, pero también creo que no hay que hacer leña del árbol caído. Lo que sí me alegra de verdad es que a Kevin Magnussen le haya surgido la oportunidad de volver a la categoría con un asiento prometedor.

Dando por oficioso el tema de que a Kevin Magnussen lo vamos a ver con Renault al lado de Jolyon Palmer (sería muy complicado de digerir si llegamos mañana a ver la presentación del monoplaza y nos encontramos con otro piloto en su lugar), se merece volver por varias razones: no hay nada de su temporada 2014 que nos haga pensar que es un mal piloto o una opción regular; y además está el tema de prescindir de sus servicios por email, algo que nadie se merece.

Damos por oficioso que Kevin Magnussen será piloto titular de Renault para 2016.

Lo que le pasó a Magnussen es digno de estudio, pero también está en la esencia de la Formula 1: los pilotos que están no solo lo están debido a su talento, sino que hay que combinar dos variables más: dinero y política. El dinero se le supone a todos los que están, salvo alguna rara excepción en pilotos muy consagrados (por ejemplo los tres multicampeones que hay en parrilla); el talento deberían tenerlo todos; la política y la proyección de futuro es lo que a veces se come al resto de variables. A Magnussen lo descartaron en favor de Stoffel Vaandorne, la gran promesa. Nada que objetar, ni siquiera Magnussen.

Vandoorne sí que se permitió hablar de Magnussen y de cómo él no iba a caer en los errores del danés, algo que a mí me parece bastante atrevido y poco afortunado, y espero que Magnussen regrese por todo lo alto como única contestación a la condescendencia de la estrella de la GP2.

Magnussen merece volver a la F1 por varios hechos refrendados por datos (vistos en Autosport): podium en su debut; fue un 0,183 por ciento más rápido que Button en clasificación, de media, y le puso las cosas difíciles aunque perdiese el «duelo» interno por 10-9 en clasificación (pero si descontamos el GP de España, donde rompió el motor en Q3, quedarían 9-9). Para ser un rookie, no estuvo nada mal, pero ese duelo interno por vencer a Button, y la presión de saber que Fernando Alonso sería el próximo piloto de McLaren terminó con él, con la puntilla y el beneplácito de Ron Dennis.

Kevin Magnussen es joven, tiene talento, y recala en una escudería con historia y con un buen plazo para volver a la cima. Tiene delante de sí una gran y merecida oportunidad, que deseo que aproveche muy bien.

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