24 Horas de Daytona, Daytona 500 y ayer, la Good Sam 500 en Phoenix. El inicio de temporada en Estados Unidos está obligando a más de un europeo a volver la vista hacia el otro lado del charco, y a más de un americano a ajustar su marcapasos al modo ‘terremoto’. Y es que si alguien no tuvo suficiente con el duelo entre los Corvette y la ajustada victoria de Denny Hamlin en las 500 Millas, ayer volvimos a asistir a una victoria de las de ‘Photo finish’.
El triunfo conseguido este fin de semana por Kevin Harvick sobre Carl Edwards, además de darle la segunda victoria de la temporada a Chevrolet en la 500ª participación consecutiva del piloto californiano, también entra por derecho propio en la lista de finales más ajustados de la NASCAR. Por tan sólo 0,010 segundos, el morro del SS se imponía sobre el del Camry, uniéndose de esta forma a la carrera del pasado 21 de febrero, cita que también se decidía por dicha cifra.
Todavía les queda mucho por ajustar para igualar el actual record 0,002 entre el vencedor y el primero de los derrotados, algo que se dio en Talladega en 2011 (Jimmie Johnson vs Clint Bowyer) y la carrera celebrada en 2003 en Darlington cuya victoria fue a manos de Ricky Craven, con sólo dos milésimas sobre Kurt Busch. Con dos carreras decididas por menos de 10 milésimas en menos de un mes, queda claro que está siendo uno de los inicios de temporada más espectaculares de la historia de la NASCAR.
Mientras tanto, muchos seguimos soñando con un final así en la Fórmula 1. ¿Qué sería necesario cambiar en el reglamento? ¿Aerodinámica? ¿Aprobar los ‘lucky dog’, las banderas amarillas programadas y las carreras en óvalos? Obviamente hablo con cierto sarcasmo, la Fórmula 1 es una cosa y la NASCAR otra, y digamos que cada una está bien como está… Qué políticamente correcto soy siempre.
