La Fórmula 1 tiene circuitos por todo el mundo y en todo tipo de condiciones. Pero ninguno está tan arriba, literalmente, como el Autódromo Hermanos Rodríguez de México. El trazado azteca, situado en medio de Ciudad de México es el más alto de todos los que forman el calendario del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, en el otro extremo del circuito de Montecarlo, al lado del mar.
El circuito donde se disputa el Gran Premio de México está situado a 2.285 metros de altitud sobre el nivel del mar, lo que conlleva una presión del aire mucho menor que en la mayoría de los demás circuitos. Esto aumenta la exigencia en los motores y en los propios pilotos, que deben prepararse para poder rendir al máximo físicamente a esta altitud. Pero no solo ahí está la diferencia.
Para los monoplazas de Fórmula 1, menor presión de aire también significa que los coches encuentran menos resistencia en su paso por el circuito. De esta forma, en recta los vehículos consiguen ser considerablemente más rápidos de lo que el trazado sugeriría, consiguiendo velocidades punta especialmente elevadas, las segundas más altas del calendario tras Bakú.
