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A falta de versión R5, el Toyota Yaris ya tiene su propio Kit R4

Posiblemente sólo tendremos que esperar unas cuantas semanas para ver en acción al primer vehículo R4 de nueva generación dentro del Mundial de Rallyes. A la espera de saber si finalmente lo llegaremos a ver en España, después de que el proyecto con Miguel Fuster y Renault Sport parece haber dado un importante cambio durante las últimas semanas y con RMC centrado en tener todo listo para la Copa N5, Argentina parece ser la fecha de debut más racional para estos nuevos kits R4 encargados a ORECA por parte de la Federación Internacional de Automovilismo.

La responsabilidad debería recaer en Javier Castro, al frente del equipo argentino RC Competición, el cual confirmó hace sólo unos días la adquisición del primer Kit R4 con el objetivo de disputar el CODASUR de la FIA a partir de finales de abril con un Toyota Etios R4. Recordemos, que este tipo de vehículos no puede por el momento participar en pruebas europeas del Mundial de Rallyes, algo que ‘limita’ su participación a pruebas como el ERC o el resto de series regionales bajo el manto del máximo organismo internacional en materia de automovilismo.

A la espera de ver más modelos, otros preparadores ya han dejado ver sus primeros proyectos. Es el caso del equipo con sede en Varsovia, Polonia, Evolve Motorsport, los cuales han estado trabajando de forma estrecha con ORECA en lo que es su primer trabajo bajo esta reglamentación después de haber trabajado principalmente en la creación de prototipos al igual que sus paisanos de Dytko Sports. En este caso, la carrocería a utilizar ha sido la de la nueva generación del Toyota Yaris, coche que actualmente compite en el WRC, pero que por el momento no había sido adaptado a categorías inferiores.

En este caso se trata de un paquete aerodinámico que se adaptaría al vehículo utilitario de la firma nipona y que completaría prácticamente la preparación que necesita un R4 para competir. Recordemos que el kit suministrado por ORECA incluye principalmente toda la parte mecánica, motor, suspensiones, transmisión, frenos, depósito de combustible, diferenciales y electrónica. No están incluidos elementos como el radiador, sistema de escape o los muelles y amortiguadores. La imagen no deja de recordarnos al Toyota Yaris S2000 que se utiliza desde hace algún tiempo en Sudáfrica. No es un proyecto oficial obviamente, pero nos permite ver cómo serían llevados a la realidad este tipo de proyecto más allá de la recreaciones realizadas por ORECA con el Lada y el Dacia o con el Toyota Etios que han utilizado como conejillo de pruebas.

La premisa de estos coches ya la hemos explicado en artículos anteriores. La categoría R4 nació como una versión homologada de los AP4, Maxi Rally, la Open N polaca o lo que en España conocemos como N5. Se tratan de vehículos de prestaciones ligeramente inferiores a las de los R5, con costes de mantenimiento inferiores. El objetivo es el de tener coches que sirvan de escalón intermedio entre los R2 o los R3 y los casi prohibitivos R5. Tanto en modalidad de alquiler (como es el caso que ofrece RMC con sus N5), como mediante la implicación de un fabricante que en la actualidad no posea un vehículo R5, la intención es la de ofrecer la posibilidad de gestar un proyecto distinto a los preestablecidos, a ‘menor precio’ y buscar un sustituto a los ya obsoletos Grupo N y R4 basados en estos vehículos de producción.

Obviamente también hay contras. Los precios de compra del kit y de construcción son elevados, por lo que a pesar de que el mantenimiento se reduce, tenemos un vehículo que sigue siendo un gran salto financiero entre un R2 y la tracción total. Todo ello teniendo en cuenta que actualmente sus prestaciones no le permitirían pelear contra un R5 en igualdad de condiciones, por lo que si no se fomenta la participación con estos vehículos, puedes encontrarte que estás luchando por una categoría en la que no compite nadie más que tú.

Según las informaciones, la FIA no tiene previsto someter a grandes modificaciones de rendimiento a estos vehículos en los próximos 7 años, por lo que la única opción puede ser la de aumentar la competitividad entre preparadores cuando el contrato con ORECA llegue a su fin y tratar de que la oferta del mercado baje los costes de los kits. Hasta entonces, el motor 1.6 turbo de origen PSA entrega 263 CV de potencia con gasolina sin plomo de 98 octanos, llegando a mostrarse Stéphane Sarrazin hasta medio segundo por kilómetro más lento que los principales R5 que disputaron el pasado Rallye du Var. Todo ello para un vehículo que estaría costando listo para competición entre 180.000 y 200.000 euros, un 40% más barato de mantener que un R5 según datos de la propia ORECA.

¿Qué recorrido tendrán estos coches? Salvo por marcas que no dispongan de coche y quieran sí o sí tener cierta visibilidad en algunos campeonatos o salir a series como el ERC, no parece que estemos ante la panacea. Son vehículos que salvo excepciones reglamentarias difícilmente lucharían por victorias absolutas y sus costes siguen siendo elevados para un piloto que comienza a dar sus primeros pasos en los rallyes. A ello habría que sumar que los R5 de primera generación están siendo relevados, por lo que se están devaluando con rapidez. Al menos, los proyectos que se lleven adelante nos permitirán ver cosas tan curiosas como el Toyota Yaris R4 de Evolve Motorsport.

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