Daniel Ricciardo ha cambiado la comodidad de Red Bull por el desafío de Renault en busca de mejorar su palmarés y quien sabe si pasar a la historia. El australiano es un piloto alegre y rápido que ha cambiado de aires después de un stint exitoso y a la vez decepcionante en Milton Keynes, de dónde él mismo reconoce que creía que saldría con algún título bajo el brazo. La ambición por ganar es profunda en un piloto ansioso por demostrar su potencial en un lugar nuevo que no espera vencer de inmediato pero quiere estar arriba cuanto antes.
«Mi ambición no ha cambiado, sigo queriendo ganar. Las expectativas iniciales cambiarán porque no esperamos vencer en Melbourne», dijo un Ricciardo afectado por la rotura parcial de su alerón trasero. «Es frustante tener problemas con el DRS, dar vueltas solo beneficia con el equipo nuevo. Pero a la vez tener problemas es bueno porque eso significa que pueden ir solucionándose para futuras carreras. Aunque me gustaría dar más vueltas no estoy decepcionado».
La esperanza es lo último que se pierde, también por parte de un Ricciardo contento con las primeras impresiones del R.S.19 «Día corto, la tanda anterior a la rotura del DRS era buena. El comportamiento del neumático era bueno, esperanzador, no puedo compararme con los demás equipos». El accidente que acortó su sesión no tiene mucha más explicación que la visual. «Perdí el control de inmediato cuando pisé el freno sin alerón trasero«, comentó.
«Los tiempos son buenos pero no me he acercado lo suficiente a un coche para comprobar el efecto del alerón delantero. Aún somos conservadores y no hemos integrado el modo de carrera», explicó respecto al rendimiento puro y la incidencia del nuevo alerón delantero, más básico en su opinión como espera que sea la rivalidad con Nico Hülkenberg. Es un piloto competitivo, espero una batalla igualada y un rival que pierda menos la cabeza al otro lado del garaje».
No perdió la ocasión Ricciardo para agradecer el papel de Red Bull en su carrera deportiva y quedar satisfecho con el trabajo realizado en el equipo austríaco. «Red Bull me lo ha dado todo, incluyendo mi gran oportunidad en la F1. Fue un poco raro no tener un logo de Red Bull en mi mono, sencillamente hay que acostumbrarse a todos los cambios».El presente toma importancia en Ricciardo, consciente de las limitaciones iniciales de una asociación peculiar. «Queremos ganar pero no esperamos hacerlo este año. En Red Bull esperan que cada año sea el suyo y eso no es un error, solo la decepción es mayor porque hay un objetivo marcado», finalizó.
