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El infinito placer del Gran Premio de Mónaco Histórico de Fórmula 1 [Vídeos]

Aunque pareciera imposible, este fin de semana, en la Sala de Prensa del Circuito Ricardo Tormo también se estaba hablando, además de la Fórmula E, de lo que ocurría a miles de kilómetros de distancia en el Gran Premio Histórico de Mónaco. Y es que, tras la cancelación en 2020, los monoplazas históricos volvían a rodar por las calles del Principado a toda velocidad y haciendo retumbar los cristales de las ventanas del casino con los aullidos de sus motores.

La cita de este año se puede decir que fue incluso más especial, ya que allí estuvo presente ni más ni menos que Jean Alesi al volante del Ferrari 312T B3 que empleó en la temporada 1974 Niki Lauda, con algunas imágenes que nos han dejado completamente con la boca abierta al poder comprobar todo el trabajo de manos que suponía llevar al límite el monoplaza rojo a través de lugares tan emblemáticos como La Rascasse o Sainte Devote.

Si ver al francés al volante de nuevo de un Ferrari se convirtió en algo especial, no os podéis ni imaginar lo que fue la sensación al comprobar que en la parrilla también estaría otros de los coches protagonistas de aquella campaña, concretamente el Hesketh que empleó James Hunt durante aquel año y que se encargó de pilotar el padre de Louis Delétraz, Jean-Denis, el cual se encargó por su lado de recordar al piloto británico con el que Lauda mantuvo una gran rivalidad. Las imágenes OnBoard de ambos monoplazas son seguramente uno de esos placeres de las nuevas tecnologías, capaces de hacer parecer a los coches híbridos del Mundial de Fórmula 1 auténticos trenes sobre raíles, pero a la vez dejándonos sin respiro a la hora de ver esas joyas clásicas rodando a esas velocidades.

Como suele ser habitual, el GP de Mónaco Histórico también pone en peligro estas icónicas monturas, por lo que no fue de extrañar que Alesi terminara el fin de semana contra el muro después de una bonita batalla con el piloto Marco Werner, el cual le tocaba con su Lotus 77 la zaga del Ferrari y enviaba a Jean contra el muro, expresando este su gran enfado por dicha acción que seguramente repercutirá en decenas de miles de euros invertidos en la reparación del coche. No es la primera vez ni será la última.

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