La Fórmula 1 desembarcó en Europa y se pronosticaba que la escudería Mercedes tendría algunos revulsivos para sus problemas técnicos, el mejor equipo de la era híbrida ahora no parece aspirante a las victorias, pero lo que se observó en Imola fue la peor versión de lo que se ha visto desde el inicio de la temporada. Tanto Lewis Hamilton como George Russell no pudieron acceder a la Q3, así que los dos pilotos de Mercedes quedaron fuera de los mejores diez de la jornada, algo que no sucedía desde la temporada 2012, para entonces Nico Rosberg y Michael Schumacher partieron muy atrás en Hungría, Bélgica y Japón.
Tras esta debacle, Toto Wolff no pudo evitar reaccionar de forma airada, inclusive a través de las imágenes se pudo observar al jefe de Mercedes intercambiar palabras con Lewis Hamilton en un tono poco cordial. Wolff declaró ante los medios que todavía no han podido resolver el efecto marsopa, lo que considera responsable de que estén tan atrás porque el W13 no solamente salta en las rectas sino que también lo hace al frenar, particularidad que les está afectando demasiado, hasta el punto que regresar a la parte delantera de la parrilla va a requerir de un gran esfuerzo técnico.
Para Wolff esta situación es distinta a lo que ha enfrentado en los últimos años porque existe una distancia muy grande con respecto a Ferrari y a Red Bull. Entiende que al ser un problema técnico y conceptual, debería resolverse en la sede del equipo, pero resulta que en el túnel de viento no se puede recrear el efecto marsopa y allí justamente radica uno de los problemas. Es evidente que tanto Ferrari como Red Bull también padecen de vibraciones en las rectas, sin embargo el rendimiento en general es bastante bueno porque sus monoplazas se estabilizan mientras frenan, lo que no sucede en Mercedes porque el W13 se muestra indócil para los pilotos en esos términos.
A estas alturas Wolff desea mantener el optimismo y no descarta experimentar una gran mejoría a partir de los próximos grandes premios puesto que considera que el W13 es un coche con mucho potencial a pesar que ahora mismo está muy lejos de los mejores. Por lo pronto seguirán tratando de entender el comportamiento del monoplaza, pero es obvio que existe descontento entre sus pilotos, sobre todo Hamilton, quien se muestra particularmente molesto cuando no es referencia y además califica por detrás de su compañero de equipo.
En palabras de Toto Wolff:
Cuando nuestros pilotos van por la recta, me duele la cabeza al ver saltar el coche. Hemos reducido el peso, pero no sabemos si esto podría incluso acentuar la marsopa. Nunca antes habíamos estado así en la Fórmula 1, pero nosotros mismos tenemos la culpa de eso. Por supuesto duele cuando veo a nuestro coche alrededor de cinco segundos por detrás de los mejores, no es agradable.
Vía | Motorsport Total
