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Competición

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Mr. Bean también fue piloto en el pasado, y no, su coche no era un Mini Cooper de competición

Lo conocemos por sus muecas imposibles, por su humor clásico en el que no era ni tan siquiera necesario decir ni una sola palabra para sacarte una carcajada, por ser responsable de que la población del Relian Regal de tres ruedas cayera en picado durante años y especialmente por ir siempre a los mandos de su Mini Cooper con sus inconfundibles colores verde y negro que protagonizaron cientos de sketches en la televisión británica.

Mr. Bean, o su ‘alter ego’ Rowan Atkinson, también es conocido por su pasión por los coches y especialmente por haber sido un orgulloso propietario de uno de los exclusivos y codiciados McLaren F1 con el cual hizo un negocio espectacular, al comprarlo en 1997 por algo más de 540.000 libras, hacerle hasta 40.000 millas, ‘estrellarlo’ en 2011 y después de repararlo, venderlo en 2015 por 8 millones de libras.

Sin embargo, la pasión del cómico y actor británico por el automovilismo va más allá de este impresionante deportivo con puesto de conducción central. A Aktinson se le ha visto al volante de numerosos vehículos, incluido recientemente a los mandos de un precioso Mercedes AMG GT, sus apariciones en, Trackdays, como invitado de Top Gear o la habitual presencia de Rowan en uno de los vehículos dentro del Goodwood Revival e incluso en una de las pruebas más icónicas como es la Mille Miglia en su formato actual.

He corrido en Brands Hatch cuatro o cinco veces, supongo. Recuerdo haber salido en la primera curva en la primera vuelta en un Renault 5 Turbo a finales de los 80 cuando estábamos filmando un documental, ¡así que tengo un poco de historia a cuadros aquí! Luego, más tarde, recuerdo correr en un Aston V8 en mojado, lo cual daba miedo. Creo que mis momentos más memorables están en el Renault 5 Turbo en el que hice al menos dos carreras en Brands Hatch, creo, y luego en un V8 Zagato y creo que hice otra carrera en un DB2 Aston Le Mans Car.

Aunque esto nos puede parecer normal en un profesional con éxito que tiene la opción y el dinero para disfrutar de su pasión, Rowan Atkinson ya debutó como piloto mucho antes de que Mr. Bean hiciera aparición en la pequeña pantalla en 1989. Un lustro antes, Rowan mató el gusanillo de la competición disputando la Renault 5 elf Turbo UK Cup en forma de carreras sueltas entre 1984 y 1990, poniendo a prueba todas las habilidades adquiridas en su día a día, cuando compaginaba el arte dramático/cómico con el trabajo de transportista al volante de un camión.

El Renault 5 Turbo que hay en la imagen fue el primer vehículo de competición propiedad de Atkinson. Con puesto de conducción a la derecha y un motor 1.4 litros con turbo, recuperó el coche en 2004 después de una exhibición en Reino Unido en la que se conmemoraba los 30 años de la filial británica de la firma del rombo en competición. Allí, el actor volvió a adquirir dicha unidad que posteriormente sería de nuevo subastado en Bonhams por un precio de 3.227 euros, cifra mucho menos desorbitada que la que alcanzó el McLaren F1 también propiedad de este CBE (Commander of the British Empire) con pasión por los coches y que en el pasado nos dejó verdaderas joyas en papeles mucho más serios de los que estamos acostumbrados a verle interpretar cuando se pone en la piel de Mr. Bean o Johnny English.

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