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Un Salón de la Fama FIA que no representa a todo el automovilismo

Como parte de los fastos que rodean su Asamblea General en París, la FIA organizó el pasado fin de semana la presentación de su Salón de la Fama. Y en principio se prevé la creación de uno físico en Ginebra, junto a las oficinas de la FIA en la ciudad helvética. A su inauguración acudió un buen número de campeones del mundo (faltó Lewis Hamilton, curiosamente) y todos los que alguna vez han alcanzado el mayor logro en el Mundial de Fórmula 1 fueron incluidos en el Salón de la Fama. Sin embargo a mí todo esto me dejó mal sabor de boca.

Según Jean Todt, «el Salón de la Fama FIA ha sido creado para subrayar los valores que mueven los deportes de motor y los campeones que han sido y siguen siendo ejemplos de los valores FIA de implicación, integridad, respeto y deportividad». No soy ciego, obviamente la Fórmula 1 es la disciplina estrella de la FIA, pero eché de menos un guiño a otras disciplinas. Según leí a Dieter Rencken en Twitter en 2018 se homenajeará al Mundial de Rallyes (que ya tiene su propio Salón de la Fama en Finlandia) y en 2019 a la resistencia… ¿Y el resto? ¿Y los grandes campeones de antes de la IIª Guerra Mundial que popularizaron este deporte?

Pero hay una ausencia más grande en este Salón de la Fama. El automovilismo está protagonizado por bastante más gente que los pilotos. Sin jefes de equipo, ingenieros, promotores e incluso los propios coches (algunos fueron expuestos en la Plaza de la Concordia) y circuitos este deporte no se entiende. Si en otros deportes más individualistas no se olvidan de todos los actores alrededor del deportista, no se entiende un error tan mayúsculo de concepción que espero que la FIA subsane en el futuro.

Por último hay un criterio que sí se sigue en otros Salones de la Fama y que en éste no que quizá echo en falta, pero eso ya va a gusto del consumidor: no deja de chirriarme en él la presencia de deportistas aún en activo como Fernando Alonso, Kimi Räikkönen, Lewis Hamilton o Sebastian Vettel. No porque no lo merezcan, desde luego, sino porque aún tienen mucho por escribir en sus carreras deportivas.

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