Cuando hablamos de «la burbuja de la especulación» todo petrolhead sabe a qué nos estamos refiriendo, y es que ella solita ha provocado que coche tan deseables como un BMW 325i E36 por dos mil euros se disparen hasta los seis, siete u ocho mil euros sin más causa justificada que lay ley de oferta y demanda, que no es poco. Pero cuando en esa ecuación introducimos la variable ‘M’ de Motorsport, y además, tenemos la osadía de acompañarla de un ‘3’, esa subida de precio puede alcanzar cotas insospechadas. No obstante, si estabas interesado en él, creo que ha llegado momento de comprar un BMW M3 con motor V8, ya sea en la siempre acertada carrocería coupé E92, el clásico sedán E90 o en la «molona» versión coupé-cabrio con techo duro retráctil E93.
BMW Serie 3
¿Por qué es el momento ahora?
A día de hoy, sin realizar búsquedas demasiado profundas, es posible encontrar unidades medianamente decentes de un BMW M3 con motor V8 por menos de 30.000 €, incluso sobre los 28.000 €, con un historial sin muchas lagunas, aunque no de revista. Sin embargo, esas unidades más económicas suelen tratarse la mayoría de ellas del descapotable, menos deseado por un público ávido de sensaciones por su mayor peso y menor rigidez, aunque también tiene su encanto si no buscas un coche circuitero. Otro punto que tampoco acabaría de convencer en ellas son odómetros que rondan los 160.000 – 170.000 km, quizá un poco elevado para un coche al que se le presupone que siempre se le ha exprimido al máximo, pero que con una buena puesta a punto, y si no ha tenido una «mala vida» en cuando a mantenimientos, no es tampoco preocupante.
Pero decía que es ahora el momento de comprarlo, porque si no ha tocado fondo este M3, estará a punto de hacerlo. Venimos de una situación en la que sus precios ya llevan dos o tres años casi estancados, y nos dirigimos hacia un 2021 en el que algunos de sus propietarios deberán deshacerse de él por cuestiones económicas debido a la posible crisis económica que nos espera, por lo que será posible encontrar algún que otro chollo.
Además, por la parte baja nos encontramos un BMW M3 E46 que ha subido desde los 16.000 € de hace seis años hasta los actuales 22.000 € – 25.000 €, lo que impediría que su sucesor bajará más al «estar presionándole», pero que a su vez este E46 se encuentra presionado por el E36 precedente. Además, a día de hoy, y aunque el M3 E46 es uno de los favoritos, por la abundancia del mismo dudo que pase algo similar al primer M3, el E30, y sobrepase en precio a la familia E90.
Pero por la parte alta nos empezamos a encontrar a un BMW M2 en el mercado de ocasión que ya es frecuente verlo por debajo de los 40.000 €, y que aún se espera que su depreciación vaya en aumento, y aunque estrictamente no es el sucesor del M3 E92, puede que tanto espiritualmente, como económicamente, sí lo esté siendo, pues los siguientes M3/M4 juegan en otra liga de precios, además de mostrar un carácter más GT.
¿Cómo era aquel M3 con motor V8 atmosférico?
Para terminar, me gustaría volver a recordar cómo quera aquel M3, el último con motor atmosférico y llamado así en todas sus carrocerías, y él único con motor V8. Así pues, esta cuarta generación del M3 correspondiente a la denominada familia E90 se presentó en 2007 con carrocerías sedán y coupé, esta última con algunos detalles específicos como el techo en fibra de carbono, uniéndose a ellos el descapotable al año siguiente.
Todos ellos estaban equipados con el mismo V8 de 3.999 cc con código S60 B40, el cual producía 420 CV a 8.300 rpm y 400 Nm de par a 3.900 rpm. Se tratada de un motor de giro rápido, también denominado supercuadrado, por tener un diámetro (92 mm) mayor que la carrera (75,2 mm), lo que significa que es en la parte alta del tacómetro donde se podía extraer todo su carácter. Así pues, en un primer momento estaba equipado con cambio manual de seis velocidades, y posteriormente ofreció en opción un M DCT de doble embrague capaz de hacer los cambios en menos de 100 milisegundos. Con todo ello, en la versión coupé de 1.655 kg con cambio manual era capaz de conseguir un 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h limitada electrónicamente.