Aston Martin es probablemente la marca en existencia que más veces ha sobrevivido malas rachas económicas. Aún así, pese a sus constantes idas y venidas, ha ido consiguiendo sacar el cuello. El primer trimestre del año pasado presentó beneficios por primera vez en diez años; aquel fue el primer atisbo de una recuperación que ya parece haber cogido impulso, y es que la compañía británica cerró el año 2017 con récord de ingresos y unos beneficios históricos para el fabricante.
Ingresos y beneficios históricos: Aston Martin resurge más fuerte que nunca
Aston Martin está viviendo un renacer dorado, esta vez sí, y así se está viendo reflejado en sus números. La expansión de su gama de productos y los lanzamientos que están por venir dibujan un horizonte dulce para la compañía, que ya empieza a recoger frutos. Durante el año pasado los ingresos de Aston Martin ascendieron a 876 millones de libras esterlinas (unos 994 millones de euros al cambio), un 48% más que el año anterior.
A pesar del notable incremento en los ingresos, que es una buena noticia, lo más importante es que, además, el balance total fue positivo. Aston Martin obtuvo beneficios por valor de 87 millones de libras el año pasado, lo que supone una diferencia de 250 millones respecto a los 163 millones de pérdidas que tuvo en 2016.
Especialmente reseñable fue el último trimestre de 2017, el mejor económicamente en toda la historia de la marca: ingresaron 309,2 millones de libras, con un beneficio -antes de impuestos- de 64,8 millones. Probablemente en Gaydon brindaran con buen champán la pasada navidad, pues en el mismo periodo del año anterior las pérdidas ascendieron a más de treinta millones.
Aston Martin vende más y también más caro, pero lo mejor está aún por venir
Estos resultados vienen acompañados del mejor ejercicio en cuanto a ventas en nueve años, con 5.117 entregas a nivel global que suponen un incremento del 58% respecto a 2016. Este impulso viene motivado por la fuerte demanda que está teniendo el Aston Martin DB11 y el nuevo Vantage, del que ya se ha agotado su producción para 2018, sobre todo en Norte América, Reino Unido y China -tres de los mercados donde más ha crecido la demanda de la marca-. Aston Martin no sólo vendió más, sino también más caro, con un incremento del 9% en el precio medio de cada vehículo.
La incursión de la tecnología Mercedes-AMG le está sentando bien a Aston Martin, y pronto ese nivel de ventas será aún mayor, cuando la producción del nuevo Vantage esté plenamente operativa en junio. Además no hay que olvidar que la compañía está inmersa en la construcción de una nueva factoría en Gales, que será necesaria para poder dar abasto a lo que está por venir: DB11 Volante, Vantage, el relevo del Vanquish o los coches de producción limitada como el Valkyrie y la continuación de los DB4 GT originales.
Y eso no es todo: el todocamino, el Aston Martin DBX, o el que será su primer coche eléctrico son también proyectos sobre la mesa. Y es que el objetivo a futuro de Aston Martin es superar la barrera de las 10.000 unidades anuales, lo que significa doblar su producción actual. De momento, y sin ninguna duda, esta noticia es la mejor posible para que la marca siga sus planes de crecimiento.
Fuente: Aston Martin
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