Las piezas cromadas son tan antiguas como el automóvil en sí mismo. Desde tiempos inmemoriales han sido usadas para denotar estatus, distinción, calidad y diseño. De hecho, la mayor o menor presencia de cromados, sigue usándose hoy en día para distinguir las versiones más lujosas de un coche frente a las más comunes. Todo eso terminará muy pronto: la Unión Europea introducirá en 2024 una prohibición al uso de cromados. La UE no quiere privarnos de esas brillantes piezas, quiere proteger a los trabajadores que las fabrican.
La prohibición no es a las piezas cromadas en sí, si no al uso de ciertos metales y aleaciones durante el proceso de cromado de las piezas en cuestión. Este proceso industrial genera emisiones tóxicas consideradas cancerígenas. El cromo hexavalente, común en este tipo de baños, genera emisiones unas 500 veces más tóxicas que las generadas en la combustión del gasóleo. El uso de agentes reductores de estas emisiones también implica el uso de químicos altamente tóxicos. No hay solución buena, así que la Unión Europea ha optado por la vía coercitiva.
El anuncio de la prohibición del cromo hexavalente en la Unión Europea tuvo lugar mediante la directiva REACH en 2017. Esta directiva dio 7 años a la industria comunitaria para encontrar alternativas viables a este material. El cromado de piezas metálicas no solo afecta a la estética de algunas piezas de coche, es también un recubrimiento antióxido muy efectivo, es muy común en la industria aeroespacial o aeronáutica e incluso está en los cubiertos con los que comemos nuestra comida a diario. Es un proceso industrial ubicuo.
El estado de California ha seguido el ejemplo de la Unión Europea y ha introducido la misma prohibición, pero dando a sus empresas una moratoria de 15 años, ya que entrará en efecto en 2039. Teniendo en cuenta que ambos mercados son clave para la industria del automóvil, se espera que el diseño de coches cambie de forma sustancial a causa de ello: según Autocar, diseñadores como Gilles Vidal (Renault) afirman que esta prohibición puede ser un soplo de aire fresco para el sector, que debe encontrar razones de peso para optar por otras soluciones estéticas.
De hecho, Renault ha introducido molduras de colores alternativos en sus coches, y está apostando por el uso de materiales exóticos – para el automóvil – como pizarra natural o corcho. No obstante, Carscoops apunta que el cromo hexavalente fue prohibido en la industria del automóvil en Europa ya en 2003. Por tanto, esta prohibición afecta a otras industrias y a los especialistas en coches clásicos, que tendrán que buscar alternativas al cromo hexavalente, como el cromo trivalente u otros zincados – y hacer una fuerte inversión al respecto.
