Tras conocer a todas y cada una de las máquinas que han dado vida a nuestra comparativa especial sobre deportivos, llega el momento de enfrentarlas cara a cara para encontrar a nuestro absoluto ganador. Enfrentar al Alpine A110, el Porsche 718 Cayman T, el BMW Z4 M40i y el Audi TT RS no es una comparativa fácil por las diferentes recetas y los muy distintos planteamientos que nos encontramos, sin embargo pocas cosas hay tan excitantes como poner a prueba cuatro fórmulas tan diferentes sobre el concepto de placer de conducción. Cuatro deportivos de última hornada que defienden el disfrute de forma muy personal, con poco o nada en común con sus rivales y que cada redactor de Diariomotor va a analizar a fondo para descubrir cuál es el mejor deportivo del momento.
Cada uno de los redactores que hemos participado en esta comparativa sobre deportivos valoraremos cada vehículo de forma individual, empleando para ello un sistema de puntuación de 4, 3, 2 y 1 puntos en función de nuestras sensaciones tras conducir cada coche en un mismo escenario. El mejor coche se llevará los 4 puntos, mientras que el peor se quedará con 1 solo punto. El criterio de cada redactor se centrará en las sensaciones y deportividad de cada vehículo, entendiendo éstas como la capacidad de disfrute que es capaz de generar cada coche al conducirlo. Sabemos que dejamos fuera otros muchos factores, que podrían incluso alterar el resultado final, pero volvemos a repetir que el objetivo de esta comparativa es encontrar la verdadera esencia de un deportivo, esa que es capaz de acelerar nuestras pulsaciones y que se traduce en diversión pura y dura.
| Redactor | Alpine A110 | Porsche Cayman T | BMW Z4 M40i | Audi TT RS |
|---|---|---|---|---|
| David Villarreal | 4 | 1 | 2 | 3 |
| Juanma G. Cámara | 4 | 1 | 3 | 2 |
| Daniel Valdivielso | 4 | 3 | 1 | 2 |
| David Clavero | 4 | 2 | 1 | 3 |
| Sergio Álvarez | 4 | 2 | 1 | 3 |
| Óscar Miguel | 4 | 2 | 1 | 3 |
| Pepe Giménez | 4 | 3 | 1 | 2 |
| David G. Artés | 4 | 1 | 2 | 3 |
| Total puntos | 32 | 15 | 12 | 21 |
La opinión de Daniel Valdivielso
Si bien es atractivo a la vista y cuenta con un excelente motor, el BMW Z4 M40i no cumple con los requisitos que se le presuponen a un buen deportivo. Por su parte, el Audi TT RS me ha convencido por su motor, pero no me ha emocionado, no me ha resultado atrayente a la hora de conducir pese a su efectividad. El Porsche Cayman T es casi perfecto, pero uno de los puntos críticos de un deportivo, su motor, es precisamente su punto más débil. Por su parte, el Alpine A110 demuestra un equilibrio ideal: bonito, ligero, prestacional y emocionante en cualquier circunstancia.
La opinión de David Clavero
Diversión, esa es sin duda la mejor definición del Alpine, por su carácter y magnífica receta he descubierto una montura sin rival para devorar curvas como si no hubiese un mañana. Absoluto ganador, y por mucho. Carácter, la clave que mejor define al TT RS, con un empuje visceral y un agarre igualmente sorpredente sobre cualquier escenario, un deportivo con regusto añejo, pero con el perfil más tecnológico de esta comparativa. Precisión, la razón de ser de un 718 Cayman T creado para verdaderos puristas, con uno de los mejores chasis que haya probado, aunque con demasiadas buenas maneras que le penalizan a la hora de buscar sonrisas. Placer, 340 CV a cielo descubierto que me han descubierto a un Z4 M40i con un marcado perfil GT, un deportivo de disfrute lejos de los circuitos, con 6 cilindros de puro éxtasis, pero con un chasis que invita más a viajar rápido que a jugar.
La opinión de Sergio Álvarez
Cuatro formas de entender la deportividad en un coche moderno. Por una parte, el carácter aligerado y desgraciadamente anacrónico del Alpine A110, donde la potencia es menos importante que la puesta a punto y las sensaciones. El carácter preciso, efectivo y germánico del Porsche, donde la puesta a punto del chasis y la confianza al volante son más importante que las sensaciones. Por otra parte, el torrente de sensaciones y velocidad del Audi TT RS, superlativo en aceleración, sonido y paso por curva. Y por último, el cóctel más débil: un BMW Z4 que peca de ser demasiado «GT», algo más blando de lo que nos gustaría, y con una personalidad poco definida.
La opinión de Pepe Giménez
El Audi TT-RS y el BMW Z4 ambos tienen prestaciones sobresalientes y un diseño espectacular. El BMW Z4 lo he valorado con la puntuación más baja. Tiene una forma visceral de entregar la potencia y una calidad de acabados de 10. Su comportamiento más GT quizás es lo que ha fallado durante esta comparativa sólo en carretera de montaña. El exceso de peso, y las continuas pérdidas de motricidad -al no ser capaz de trasladar toda la potencia al suelo- le han situado, para mí, en último lugar. El Audi TT-RS es un deportivo demoledor, con un diseño muy apetecible y radical pero, para mi gusto, demasiado artificial y está, sin lugar a dudas por debajo del 718 y el A110 a pesar, incluso, de tener más potencia.
El Alpine A110 y el Porsche Cayman son, sin duda, los que tienen una mejor puesta en escena, los deportivos más puros. Si atendemos, únicamente, al placer de conducción, el Alpine A110 ha sido una sorpresa y me ha conseguido cautivar por encima, incluso, del Porsche 718. Es mucho más divertido, sus aptitudes son superiores en cualquier tipo de curva y el placer que produce es mucho mayor. Sin embargo, su calidad de construcción es peor y, la forma de envejecer será más rápida. Aunque la opción más lógica en la que invertir tu dinero es el Porsche 718, el Alpine A110 te ofrece un producto más divertido que será la primera elección de compra para los auténticos petrolheads.
La opinión de David Artés
Creo que hemos probado un magnífico GT, el BMW Z4, que aisladamente brillaría con luz propia sobre todo por su motor, pero en esta compañía se queda fuera de categoría porque su guerra es otra. También hemos probado un deportivo quirúrgico, casi perfecto en su puesta a punto, aunque algo insípido por falta de carácter, el Cayman. El Audi TT me ha parecido un excelente deportivo repleto de fuerza bruta, sensaciones y capacidad de tracción. Por último, hemos probado el Alpine A110, el único que permanecerá para siempre en mi memoria y el único que tomaré como referencia eterna en agilidad, comportamiento y tacto de dirección. Dentro de 20 años, los otros tres serán coches viejos, el Alpine será un clásico y yo lo habré conducido.
La opinión de Óscar Miguel
Me gusta pensar que he sido capaz de no dejarme llevar por su famoso nombre. Pero el Alpine A110 para mí es el claro ganador. En un escenario de carretera con subidas y muchas curvas, un coche como el Alpine demuestra ser un auténtico lujo. Con él, es el momento de ponerse manos a la obra a devorar curvas, a disfrutar de las fuerzas G y a degustar su motor. Te dará mucho y te exigirá ir muy atento, muy ágil con las manos. Por detrás, el Audi TT RS te ofrece una entrega de potencia endiablada pero con una sujeción y unos márgenes increíbles. Duele decir, como «porschista» declarado, que del Porsche Cayman T esperaba más garra, un ser de cuatro ruedas más enérgico. Es rápido pero su retorno de sensaciones es más bajo. Y, como guiño final, el BMW Z4 M me enamora como descapotable y como desarrollador de músculo sexacilíndrico pero, para mí, es el menos dotado para moverse en caminos sinuosos.
La opinión de David Villarreal
Aunque inicialmente me sintiera reticente a imaginar este desenlace, el deportivo que más me ha fascinado y gratificado en esta prueba ha sido el Alpine A110. Su mayor mérito, el conseguir eclipsar al que para mí es el referente del deportivo de motor central, el Porsche Cayman T, con una propuesta muy pasional y por ofrecer unas sensaciones a las que ya no estamos acostumbrados. Por otro lado, si no hubiera sido por el Alpine, para mí el claro vencedor de esta comparativa hubiera sido el Audi TT RS, por el gran trabajo que ha hecho Audi para transformar un coupé como el TT en un deportivo verdaderamente radical que, a su vez, es capaz de ofrecer una dualidad entre confort y prestaciones a la que ningún otro deportivo de esta comparativa puede ni tan siquiera aproximarse. Esa radicalidad que sí he encontrado en el Audi TT RS es quizás la razón por la cual el BMW Z4 M40i, por su concepción más propia de un GT, no ha estado por delante. Por último, para sorpresa mía, un Porsche Cayman S, que no ha llegado a transmitirnos tanto como el resto de contendientes en esta prueba por su mecánica. No obstante, estoy convencido de que su resultado hubiera sido completamente diferente si hubiéramos conducido un Cayman S o GTS con cambio manual.
La Opinión de Juanma Cámara
Cuando conduzco un deportivo, el aspecto que mas valoro son las sensaciones que me transmite. El Audi TT RS cuenta con un motor excepcional, rabioso y que gritaba ,literalmente, en la parte alta del tacómetro. Su motor y su tracción quattro me hacen dudar de si en las carreteras granadinas hay asfalto o carriles. Por su parte, el BMW Z4, aun siendo el menos deportivo de los cuatro, cuenta con todos los ingredientes que, bajo mi punto de vista, tiene que tener un coche de ocio: biplaza, propulsión trasera, descapotable y un perfecto motor de 6 cilindros. En el Cayman T chasis y dirección hacen un combo perfecto, tanto que en esta versión se siente inframotorizado y por lo tanto, falto de emociones. Por último, el Alpine A110 es posiblemente el coche que mas me ha emocionado en mucho tiempo. Un pequeño misil, que con sus imperfecciones, hacia bajarme del él con una sonrisa de oreja a oreja cuando llegaba a la cima de Sierra Nevada.
Alpine A110 
