¿Pueden los objetos colgados en el retrovisor interior costarnos una multa?
Con el paso del tiempo, nuestros coches se han convertido en muchos casos en una extensión tanto de nuestra casa como de nuestra oficina. Cada vez con más funcionalidades, cada vez con una carga más alta de tecnología y de comodidad. Sin embargo, en muchos casos los conductores siguen mostrando hábitos demasiado arraigados en el interior de su coche, hábitos que, en el peor de los casos, pueden incluso terminar en una multa de tráfico.
Los estudios de ergonomía y practicidad de los salpicaderos e interiores de nuestros coches están a la orden del día. Se trata de algo lógico habida cuenta la cantidad de tiempo que podemos llegar a pasar dentro de nuestro vehículo, de ahí que los diseñadores e ingenieros se afanen en crear ambientes relajados, atractivos para los usuarios pero que, a la vez, resulten cómodos y prácticos durante una utilización cotidiana.
Seguro que si has seguido de manera recurrente nuestras pruebas, ya sean escritas o en vídeo, te has dado cuenta de que nosotros, los periodistas, solemos recalcar la presencia -o ausencia- de huecos portaobjetos: lugares especialmente diseñados para que podamos depositar nuestras pertenencias, especialmente las que solemos llevar en los bolsillos o incluso en la mano como el teléfono móvil, las llaves, la cartera o el paquete de pañuelos de manera segura y natural.
Muchos usuarios, sin embargo, siguen creyendo que cualquier elemento del interior del coche es susceptible de actuar como hueco, como estantería o incluso, como percha. Y es que es perfectamente habitual encontrar coches con elementos colgando del espejo retrovisor interior: desde amuletos hasta cintas o elementos decorativos sin olvidarnos de la tan usada mascarilla o los típicos ambientadores. Lamentamos recordarte que no, no puedes llevar nada de eso colgando ya que, de lo contrario, puedes arriesgarte incluso a recibir una multa de «los señores de verde».
Puedes llevar tus detalles favoritos, pero hazlo con arreglo a la ley
Nadie te impide que en tu coche viaje contigo tu amuleto favorito, esa pulsera que te recuerda lo bien que lo pasaste en el festival del verano pasado o el pequeño ambientador que tan bien huele… pero debes hacerlo siempre con arreglo a la ley. Concretamente, con arreglo al artículo 19 del Reglamento General de Circulación, que especifica que «la superficie acristalada del vehículo debe permitir la visibilidad diáfana del conductor, de toda la vía por la que esté circulando, sin interferencias de ningún tipo. Solo se permite circular con láminas adhesivas o cortinillas contra el sol en las ventanillas posteriores cuando el vehículo lleve dos espejos retrovisores exteriores que cumplan las especificaciones técnicas necesarias».
Llevar colgando cualquier elemento del retrovisor puede parecer un gesto inocente y que, bajo nuestra percepción como conductores, no influye en nuestra capacidad visual pero… la realidad es que un pequeño bloqueo en nuestro campo visual puede resultar determinante a la hora de reaccionar con margen suficiente para evitar una situación de peligro.
Las normas de tráfico también habilitan a los agentes para sancionar este tipo de comportamientos, aunque no nos engañemos: es difícil ver como a un agente de la autoridad multar por llevar un pequeño objeto colgando del retrovisor. Eso sí, la cuantía de la sanción puede alcanzar los 200€ dependiendo de las condiciones particulares de cada caso.
Tampoco está permitido llevar objetos sobre el salpicadero o sobre la bandeja posterior, situación que puede volverse especialmente grave si éstos objetos «viajan» sin ningún tipo de sujección ya que pueden convertirse en auténticos proyectiles en caso de colisión. Estos proyectiles pueden ocasionar lesiones de extrema gravedad a los ocupantes del vehículo, siendo este acto sancionable con hasta 200€ por estar considerado también como una infracción de tipo grave.
