La creciente demonización de los grandes motores de gasolina, materializada en las restrictivas normas de emisiones, están causando que cada vez más fabricantes los eliminen de sus catálogos. Apenas un puñado de fabricantes tienen motores V10 o V12 en sus productos, y todo apunta a que en los próximos años esa cifra se irá reduciendo aún más. El caso de los V12 produce un extra de ternura y nostalgia, ya que son motores muy sedosos y refinados, pero que son prácticamente injustificables hoy en día, puesto que se pueden conseguir prestaciones y sensaciones similares, con consumos mas comedidos, por medio de un motor V8.
Uno de esos pocos fabricantes que aun produce V12 es BMW. En 1987 lanzaba el primer Serie 7 con motor V12 y, desde entonces, las sucesivas generación de su berlina de representación han contado con este tipo de configuración de motor en su oferta. En el actual Serie 7, se comercializa bajo la denominación BMW 760Li xDrive, es decir, se vende exclusivamente con batalla extendida y tracción total. Es el modelo con mayor cantidad de equipamiento de serie disponible y, ni que decir tiene, el más caro de la gama BMW. En la actualidad tiene un precio de casi 200.000 euros en España.
En esta última iteración, el bloque 6.6 V12 biturbo de BMW entrega 585CV y un enorme par motor de 850Nm en el Serie 7. Hay que tener en cuenta que este bloque esta disponible en varios modelos de Rolls-Royce con algunas pequeñas diferencias de potencia y par motor. Tristemente, la firma ha anunciado que apenas quedan unos meses de fabricación del Serie 7 con motor V12. En concreto, la última unidad será producida en junio de 2022. Lo más probable es que vaya desapareciendo paulatinamente de los configuradores de los diferentes países pero, en el caso de EEUU, uno de los principales mercados de este modelo, BMW ha anunciado el lanzamiento de una edición final de despedida denominada Final V12.
Como no podía ser de otra forma, solo habrá 12 unidades disponibles, y las malas lenguas dicen que ya están adjudicadas a propietarios que ya cuentan actualmente con otro u otros BMWs V12 en el garaje. Fiel al estilo discreto y señorial que siempre han tenido los Serie 7 V12, esta serie especial no va a contar con grandes diferencias respecto a un 760 estándar. Las únicas particularidades serán la presencia del emblema V12 en el pilar C, las llantas de 20 pintadas en color gris o negro, y la posibilidad de utilizar una pintura especial con terminaciones brillantes, tal y como vemos en la foto interior. No obstante, BMW deja a elección del comprador la terminación final del vehículo, pudiendo configurar pintura o diseño de llantas, por lo que algunas unidades podrían finalmente pasar por una unidad cualquiera.
Tal y como mencionábamos arriba, el bloque 6.6 V12 seguirá produciéndose para los Rolls-Royce, por lo que la planta aun seguirá unos años con volumen de trabajo, pero todo hace indicar que la actual generación de modelos de Rolls Royce será la última que monte motores BMW.
BMW Serie 7 
