Skoda añade a su pequeño SUV con nombre de monstruo de las nieves, el Yeti, una combinación mecánica de tracción a las cuatro ruedas y cambio de doble embrague DSG. Hasta ahora ambas opciones estaban disponibles en el Yeti pero por separado.
El motor 2.0 TDI intermedio, que desarrolla 140 CV y 320 Nm de par máximo, es el que se beneficia del DSG y del 4×4. Consigue unas prestaciones ligeramente inferiores a las que marca con cambio manual y tracción total, por ejemplo en la aceleración de 0 a 100 Km/h en la que aumenta su tiempo de 9.9 a 10.2 segundos o homologando un consumo medio ligeramente superior de 6.5 litros/100 Km (medio litro más).
Este 2.0 TDI 4×4 DSG viene acompañado de los acabados Ambition y Experience por 32.210 y 33.650 euros respectivamente. Como mínimo trae un equipamiento que incluyen los airbags delanteros, laterales de rodilla y de cortina, el ABS con ESP, los faros antiniebla delanteros, el sistema VarioFlex, el cierre centralizado con control remoto, las barras en el techo, el aire acondicionado, radio CD con MP3, el sistema de control de velocidad y las llantas de aleación de 17 pulgadas.
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A excepción de este Skoda Yeti turbodiésel no hay otro motor que se pueda asociar a la tracción total y al DSG a la vez. Sólo los 2.0 TDI y los motores de gasolina de 160 CV o más pueden llevar transmisión 4×4 y solamente el 1.2 TSI de 105 CV puede llevar el cambio de doble embrague con siete velocidades. Los motores actuales son, además del anteriormente citado, los 2.0 TDI de 110, 140 y 170 CV y el 1.8 TSI de 160 CV.
Parece razonable combinar la cómoda transmisión automática con la tracción a las cuatro ruedas y un motor fuerte como el turbodiésel de media potencia si se pretende sacar un buen partido del Yeti fuera del asfalto. Aunque a priori el Yeti no es el más apropiado para surcar el campo.
Skoda Yeti
Vía: Skoda
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