Lexus se ha presentado en el Salón de París sin una gran sorpresa, sin un modelo conceptual de espectacular diseño, ni una gran novedad en primicia. Pero ahí estábamos, a primera hora del jueves 2 de octubre, babeando ante su última propuesta deportiva, toqueteando y dando un sinfín de vueltas alrededor del nuevo Lexus RC F que para nuestro deleite se presenta además en la cita gala ataviado con el paquete de fibra de carbono.
Protagonizará un sinfín de comparativas contra el también nuevo BMW M4 Coupé durante los próximos meses e incluso por precio se verá también las caras con el Jaguar F-Type Coupé. Ardua labor para el japonés eso de verse las caras con todo un icono de los modelos deportivos europeos y con el atractivo del deportivo biplaza británico, pero a su favor juega la baza de la novedad, de un diseño agresivo y un motor V8 atmosférico de más de 470 caballos.
Desde un lugar privilegiado, compartiendo stand, entre otros modelos de la gama, con el nuevo Lexus NX y su variante 200t se presentaba el Lexus RC F ante la prensa, equipado para la ocasión con el paquete de fibra de carbono, que añade, acabados en el mencionado material, un nuevo capó, techo y alerón posterior.
Su enorme parrilla queda eclipsada por esa masiva muestra de fibra de carbono compartiendo protagonismo en esta vista frontal con el doble juego de ópticas delanteras y unas escuetas, si las comparamos con la parrilla, tomas laterales.
En su zaga nos encontramos con una buena muestra de músculo desde la parte posterior de los pasos de rueda traseros, unas bonitas y afiladas ópticas y unas salidas de escape en disposición diagonal además del alerón móvil acabado en fibra de carbon.
Lo hemos visto principalmente en azul, también en naranja y a decir verdad, en persona, en este tono blanco, se pierde parte de la fuerza visual de esta zaga a cambio de resaltar los detalles en fibra de carbono o el contraste de sus llantas multiradio en grafito de 19 pulgadas acompañadas por neumáticos Michelin Pilot Super Sport, como también pierde impacto visual la branquia tras el paso de rueda delantero y su talonera.
Hora de adentrarnos en su interior. Me gusta la pareja de asientos deportivos de las plazas delanteras, también detalles de un buen acabado como el tapizado de la parte superior de la instrumentación y una atractiva instrumentación digital inspirada en el Lexus LFA, aunque acompañada por una segunda esfera analógica cuando en el LFA era totalmente digital. Buena posición de conducción, buenos ajustes y un aparente buen agarre de los asientos deportivos.
En cambio el aspecto de su volante o su consola central, compartiendo lenguaje de diseño con los últimos modelos de la marca, como el Lexus NX, no me terminan de convencer, aunque esto no deja de ser una apreciación personal.
Bajo el capó de carbono nos encontramos con la mecánica atmosférica V8 5.0 de 473 caballos. El V8 queda acompañado por una caja de cambios de convertidor de par de 8 velocidades y prestacionalmente promete ya un 0 a 100 km/h en 4.5 segundos con una velocidad máxima de 270 km/h limitada electrónicamente.
Se comercializará en España con un precio de partida de 86.700 euros. En el caso de optar por una variante como la expuesta en el Salón de París, el “Carbon Package”, habrá que desembolsar 98.500 euros, contando, además de las piezas en fibra de carbono, con unos asientos deportivos tapizados en Alcantará (que no tenía la unidad del salón) y el diferencial electrónico.
Ahora sólo queda sentarse tras su volante y ver de que es capaz. Promete, desde luego, pero ¿será capaz de ofrecer suficientes argumentos para batirse de tú a tú con el BMW M4?
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