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Citroën prepara una gran evolución sólo para luchar por las victorias

A pesar del comienzo tan positivo para Citroën, los abandonos de Kris Meeke y Sébastien Loeb, ambos tras arrancar una rueda en el octavo tramo del Rallye de Monte-Carlo, han dejado a Mads Ostberg como mejor representante de la firma gala en la cita que abre el Mundial de este año. El piloto noruego no suma puntos para marcas y se encuentra actualmente utilizando la anterior evolución del Citroën DS3 WRC, la misma que utilizaron en 2014 los pilotos oficiales.

La marca de los dos chevrones se las prometía muy felices viendo a Loeb y Meeke copando dos posiciones del podio y peleando la victoria con el Volkswagen Polo R WRC 2.0 de Sébastien Ogier. El nuevo paquete de mejoras que estrenaban el galo y el norirlandés en el Citroën (nuevo motor más potente y con mayor par, alerón trasero rediseñado con más aditamentos aerodinámicos y nuevo cambio secuencial con leva detrás del volante) estaba dando resultados.

Sin embargo, los incidentes de ambos pilotos los dejaban fuera de carrera y obligados ambos a tener que reengancharse hoy por medio del Rally2. Mientras tanto, Mads Ostberg sembraba dudas sobre las posibilidades que tiene Citroën de batir a los Volkswagen en el campeonato, asegurando que sería difícil arrebatarles el título y que el objetivo será el de “robarles” algunas victorias parciales. Unas declaraciones un tanto derrotistas por parte del escandinavo cuando la temporada no ha hecho nada más que comenzar.

Sobre todo si tenemos en cuenta que Citroën planea introducir numerosas mejoras en los próximos meses, sobre todo en el área de suspensiones, reparto de pesos y aerodinámica (más refinada en palabras de Yves Matton), estrenando un nuevo frontal en próximas fechas. Por el momento, la mayor mejora ha llegado en el motor, proveniente del WTCC y que cuenta con mayor potencia y par, asegurando el director del área deportiva de la marca gala que han conseguido superar, al fin, el umbral de los 300CV.

Unas cifras muy curiosas ya que Volkswagen ha declarado recientemente que su nuevo propulsor cuenta con 318 CV “oficiales”, lo que estaría hablando de una ventaja de unos 15 CV sobre el resto de marcas (Hyundai, Ford y Citroën), las cuales todas afirman tener en torno a los 300 CV y un par un tanto por debajo de las cifras a las que llegan los de Wolfsburgo. Si además tenemos en cuenta que Sébastien Loeb (único piloto que parece capaz de plantar cara a Ogier y al Polo R WRC con un coche inferior) continuará en el WTCC y parece que tendrá difícil disputar más pruebas, el panorama en este inicio de temporada parece algo crudo en el caso de Citroën.

Vía | Omnicorse

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