Tras culminar la sesión clasificatoria para disputar el e-prix de Ciudad del Cabo, quinta fecha del Campeonato de Fórmula E, tanto el equipo Mahindra Racing como su socio ABT Cupra decidieron no competir debido a los graves desperfectos técnicos que observaron en los monoplazas de Lucas di Grassi y de Oliver Rowland. La suspensión trasera era proclive a romperse al atravesar los numerosos baches del trazado citadino, lo que de inmediato encendió las alarmas entre los representantes del fabricante indio.
Este contratiempo también impidió la participación del experimentado Nico Müller y del piloto local Kelvin van der Linde, lo que provocó disgusto entre los asistentes a la jornada. En el comunicado de Mahindra se puede leer que una primera investigación realizada a los chasis M9Electro arrojó que la cruz y el manillar de la suspensión trasera estaban muy dobladas o incluso rotas, lo que representa un riesgo muy grande para los pilotos y asistentes a la pista. Todos los monoplazas fueron embarcados a las instalaciones de Mahindra en Reino Unido para un análisis más exhaustivo.
Al respecto, Thomas Biermaier, jefe de Abt Cupra, indicó que el brazo de control de la suspensión trasera no era capaz de soportar las exigencias de las curvas de alta velocidad del circuito y en medio de la segunda sesión de entrenamientos libres se tomó la difícil decisión de no participar en la carrera. Entiende el sentimiento de frustración de todo el grupo puesto que están buscando resultados, Mahindra marcha en el séptimo lugar en la tabla de equipos y Abt Cupra todavía no ha sumado su primer punto, pero de ninguna manera van a arriesgar la integridad de los miembros del personal o al público. Por su parte, Frederic Bertrand, director de Mahindra, no pudo disimular su malestar al notar que era imposible reparar los daños de inmediato y que el problema va a requerir una inversión de recursos y de semanas para aplicar correctivos.
Vía Motorsport Total
