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Tras un tercio de las 24 Horas de Le Mans, la carrera se ceba con Alpine y los españoles

Aunque la lista de inscritos entre los Hypercars era limitada y parecía que la carrera podría estar desde una etapa muy temprana en manos de los Toyota oficiales, también ha habido cierto momento de dramatismo entre los dos prototipos de la firma nipona, especialmente cuando Pechito López se iba a la grava en el out-lap de uno de sus stints, lo que permitía que el Toyota GR010 Hybrid LMH con el número #8 se situara al frente de la carrera.

El argentino, que se estaba tratando de librarse de uno de los coches de LMP2, perdía el punto de frenada en Mulsanne y tomaba uno de los habituales pasos por la tierra que le llevarían a ceder toda su ventaja. A partir de ese punto, los dos Hypercars de Toyota rodarían en trenecito, con el número siete recuperando la primera plaza al paso por la hora número seis de carrera, en este caso por delante de Ryo Hirakawa, el cual estaba realizando un buen papel en su estreno con el equipo en la rinda gala. La experiencia con el tráfico del jefe de equipo le permitió aprovechar para recuperar la plaza.

A partir de ahí, hasta la medianoche, se producirían varios cambios de posición, llegando a la novena hora de carrera con Sébastien Buemi en primera posición con el coche número ocho, seguido a apenas cuatro segundos por Mike Conway después de una parada lento del coche número siete. Ya prácticamente nadie aguantaba el ritmo entre los competidores de LMH, con el SCG 007 LMH #708 pilotado por Olivier Pla trompeando antes de llegar a la recta de Hunaudieres, concretamente en Tertre Rouge, con impacto contra las barreras que le depararía algo de tiempo detenidos en boxes y tener más de cinco vueltas perdidas respecto al primero de los Toyota.

Con una parada más el Glickenhaus #709 se mantenía en el podio con una parada más, pero esas dos vueltas de retraso hacían pensar que iba a ser muy complicado ver a la escuadra de Jim completar la machada con un triunfo en Le Mans… y una cena mañana en París. Peor aún le iba a Alpine, que cuando las 24 Horas superaban el primer tercio de carrera veía como el A480 LMP1 había caído en más de nueve vueltas, primero por un problema con el control electrónico del embrague y después con problemas en la bobina de encendido tal y como reconocía el propio Philippe Sinault.

Sin embargo, si alguien buscaba dramatismo a pesar de lo limitado de la inscripción, tenía una buena oportunidad de echar un vistazo a lo que ocurría en la clase GTE-Pro, especialmente en el caso de los pilotos españoles. El Corvette C8.R GTE era líder de la prueba cuando se acercaban las ocho horas completadas, sin embargo, pronto todos los ojos se fijaron en que el coche pilotado por Antonio García aparecía a velocidad muy reducida en torno a las 22:30h españolas por la zona de Mulsanne.

Parecía ser simplemente un pinchazo, sin embargo, Antonio confirmaría posteriormente que había notado problemas de suspensión trasera en las chicanes Porsche, y que fue en la recta de Hunaudieres cuando dicho elemento terminó de colapsar. Esta situación se daba poco después de que el Ferrari de Miguel Molina también tuviera un pinchazo precisamente cuando se encontraba peleando por estar entre los cuatro primeros. Si a ello le sumamos problemas en el otro Corvette, Porsche se situaba al frente de la categoría el 911 RSR GTE #92 de Michael Christensen. Gianmaria Bruni subió al segundo lugar, con Alessandro Pier Guidi tercero en el primero de los AF Corse Ferrari 488 GTE Evo, muy lejos en cuanto al ritmo potencial del Corvette y del Porsche.

JOTA es la que sin duda está teniendo un liderato más placido, con el coche #38 al frente de la carrera, con gran actuación incluida por parte de Antonio Félix da Costa en el coche que comparte con Roberto González y Will Stevens. Mientras tanto, Robert Kubica con el Prema era segundo, mientras que el otro JOTA, ocupaba el tercer puesto.

En GTE-Am sí que habría mucho movimiento, con el Porsche #79 de WeatherTech Racing al frente de la carrera por delante de la unidad del equipo Dempsey Proton con un estelar Sebastian Priaulx. Más sustos se llevó de nuevo Michael Fassbender. El actor de Hollywood tuvo un primer contacto con el coche de la Pole en la clase, el #61 de AF Corse pilotado por Vincent Abril, el cual fue encontrado responsable de la colisión.

Después de volver a boxes para reparar el 911 RSR GTE, no tardaríamos mucho en ver al actor irlandés, oriundo de Alemania, trompeado en la chicane Dunlop. Duro debut para Fassbender.

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