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Las pequeñas startups de vehículos eléctricos acaban sucumbiendo ante los grandes fabricantes

Hace un mes saltaba la noticia de que el fabricante de vehículos Th!ink entraba definitivamente en bancarrota. Que un fabricante de coches se declare en quiebra es una triste noticia para los amantes del motor. La llegada de muchas nuevas empresas al mercado del vehículo eléctrico y la entrada de los grandes de la industria son la causa de que estas noticias sean tristemente habituales.

Hace unos días también nos llegaba la confirmación de que Green Vehicles se quedaba sin financiación para poder continuar con el desarrollo de sus modelos. Esto ha ocurrido tan solo unos meses antes de sacarlos a producción. La empresa había recibido apoyos por parte de la Comisión de Energía de California y la ciudad de Salinas (California) que ascendían a 2,5 millones de dólares.

Quitando gratas excepciones como Tesla, la mayor parte de las startups que se han lanzado a la fabricación del coche eléctrico han ido fracasando según pasaba el tiempo. Es cierto que Tesla cuenta con el apoyo de grandes marcas, pero es realmente una consecuencia de haber desarrollado una tecnología muy competitiva y de haberse centrado en un nicho del mercado exclusivo que nada tiene que ver con los automóviles eléctricos urbanos (la gran mayoría). Y aún así, ellos también pasaron por momentos complicados.

Un mercado competitivo y costoso dificulta el éxito de estas empresas

Los motivos de estos fracasos son varios, algunas empresas como Green Vehicles no consiguen soportar los altos costos de fabricación de sus modelos antes incluso de poder ponerlos a la venta, con lo que se ven obligados a echar el cierre perdiendo todo el dinero invertido.

El caso de Th!ink es algo diferente; una compañía que en su intento de llegar los primeros quizás descuidó un poco algunos aspectos de sus modelos. Esto, unido a un mercado todavía inmaduro, hizo que no se cumplieran sus estimaciones de ventas. Además, en cuanto los grandes fabricantes han empezado a mostrar sus productos, estos han resultado ser más económicos y mejores en muchos aspectos.

La alargada sombra de la industria ha conseguido echar para atrás a muchos inversores de estas pequeñas compañías, que viendo además la crisis económica y la incertidumbre financiera actual, han preferido nadar y guardar la ropa antes que arriesgar su dinero en estas empresas con un futuro incierto.

Quizás muchos emprendedores vieron en el boom del coche eléctrico la posibilidad de crear una empresa competitiva. Pensaron seguramente que al llegar al mismo tiempo que el resto de fabricantes serían capaces de mantenerse en el mercado. Pero la industria lleva muchos años de investigaciones y pruebas que les ofrecen grandes ventajas sobre estos pequeños fabricantes.

Además hay que tener en cuenta que un coche eléctrico no es sólo la tecnología eléctrica del motor, transmisión y almacenaje de energía, el resto del vehículo también es importante y en eso la industria tiene mucha más experiencia que una startup que busca hacerse un hueco en un mercado tan competitivo como el del mundo del automóvil.

Es una pena como digo que algunos se queden por el camino, pero esto conseguirá que los que salgan adelante lo hagan fortalecidos. Eso sí, si no los absorbe antes algún gigante automovilístico.

[Actualización: parece ser que uno de los mayores acreedores de Th!nk, el fabricante de baterías Ener1, acabará comprando y reflotando la marca. Al final parece que este pequeño fabricante recibirá una nueva oportunidad. Esperemos que bajo la tutela del grupo Ener1 sean capaces de mejorar aquellos aspectos que les han llevado hasta la situación actual.]

Fuente: GreenVehicles Blog | Autoblog Green
En Tecmovia: Th!nk City, a prueba: eléctrico, pequeño y demasiado sencillo
En Diariomotor: Th!nk entra definitivamente en bancarrota

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