Los adorables osos panda, símbolo inigualable del peligro de extinción al que se ven sometidas muchas especies, y unos de los animales más representativos a la hora de hablar de conservacionismo, podrían poseer la clave para reducir notablemente las emisiones de químicos y gases necesarias para producir biocombustibles.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Mississippi liderado por la doctora Ashli Brown ha llegado a esta sorprendente conclusión tras estudiar durante un año las heces frescas de una pareja de pandas del zoo de Memphis. Y es que estos curiosos animales poseen en su interior una bacteria capaz de romper los fuertes materiales vegetales, un proceso necesario a la hora de fabricar biomasa. Gracias a este avance se podría eliminar la necesidad de altas temperaturas, ácidos fuertes y altas presiones utilizadas necesariamente para la producción de biocombustibles.
Las bacterias producidas por el intestino de estos plantígrados les permiten digerir sin problemas el bambú, que supone el 99% de su dieta. Los científicos ya sabían de la existencia de microbios en el tracto digestivo de los pandas dedicados a realizar este tipo de trabajo, pero lo que no sabían era su enorme eficiencia a la hora de llevar a cabo la tarea.
Con estas bacterias se podría potenciar la fabricación de biocombustibles fabricados a partir de deshechos vegetales y otras fuentes no procedentes de alimentos, como el maíz. Y es que los cultivos destinados a la generación de estas sustancias han sido objeto de duras críticas durante los últimos años, pues son culpables en gran medida de la subida de los precios de los alimentos. Por su parte, apenas quedan 2.500 pandas en libertad, y otros 200 en cautividad. «Este descubrimiento nos enseña una lección acerca de la importancia de la biodiversidad y de preservar los animales en peligro«, asegura Brown.
Fuente: RTVE
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