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La implantación del vehículo eléctrico en España: previsiones optimistas y tozuda realidad

«En el año 2011 se matricularán 20.000 vehículos eléctricos puros e híbridos enchufables y en 2012 se matricularán 50.000», según explica la web de La Moncloa en una nota publicada el 6 de abril de 2010. La realidad: 213 coches y 344 motos entre enero y agosto.

El texto de la estrategia integral para el impulso del vehículo eléctrico (dotada con 600 millones de euros) continúa diciendo que «El objetivo es alcanzar la cifra de 250.000 vehículos eléctricos (puros e híbridos enchufables) en 2014, cifra consistente con alcanzar 1.000.000 de vehículos eléctricos e híbridos convencionales en 2014». A día de hoy, parece cualquier cosa menos factible. Pero ¿qué ha pasado exactamente para que exista semejante divergencia entre realidad y previsiones?

El presidente de Aniacam, Germán López Madrid afirma que «la falta de infraestructuras que ayuden a la recarga de los vehículos eléctricos y el alto precio de las baterías por la falta de la demanda hacen prever una lenta introducción de los vehículos eléctricos, pese a las ayudas».

Antonio Romero, presidente de la patronal de concesionarios (Faconauto), en un tono bastante más crítico, afirma que «sólo hay una cosa más difícil que vender un coche eléctrico: comprarlo. Se han vendido 200, pero sobre todo a empresas y eléctricas que lo usan de escaparate. No hay nada de particulares, que es lo que importa» y añade que «fomentar el coche eléctrico cuando no se vende ni un coche es como querer caviar cuando no tienes pan».

La oferta de coches eléctricos es pírrica, básicamente desconocida y, además, son bastante caros incluso después de las consabidas ayudas del gobierno. Por otra parte, existen barreras psicológicas y reales para su adquisición, no todo el mundo tiene enchufe en el garaje y no existe infraestructura de recarga. Por si esto fuera poco, el momento económico no puede ser peor. Pero eso ya se sabía hace un año, cuando se lanzó el gran plan.

A partir de aquí, tampoco faltan agoreros para afirmar que el vehículo eléctrico fue «una moto» que nos vendieron (nunca mejor dicho) y que, a la luz de las diferencias entre previsiones y realidad, está muerto y enterrado. Pues tampoco.

Cualquiera que haya leído un poco lo que opinan los fabricantes sobre plazos, debería saber perfectamente que el vehículo eléctrico en sus diferentes modalidades está más que vivo, pero sus plazos son otros bien diferentes.

Seamos sinceros: cuando los políticos (de cualquier color) se meten en el mundo de la tecnología, especialmente a pronosticar, por muy bien asesorados que puedan estar, acaban diciendo 10.000 cuando deberían decir 10.

Queda mejor, no pueden evitarlo.

Fuente: El País
En Tecmovia: Vehículo eléctrico: ventajas, inconvenientes y perspectivas de futuro | Información oficial sobre el futuro del automóvil: Algunas ideas de la European Green Cars Initiative | 43.000 puntos de recarga para el País Vasco en 2013

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