El objetivo de la industria es claro con respecto al uso de las funciones, sistemas y tecnologías de nuestro coche: evitar quitar las manos del volante y comprometer la concentración en la conducción. Harman quiere seguir evolucionando este objetivo y salta directamente todas las tecnologías actuales de reconocimiento vocal y control táctil para que mediante el reconocimiento de gestos podamos ejecutar funciones específicas de nuestro coche.
En la actualidad es el reconocimiento y la síntesis vocal el sistema de control que más está evolucionando, en cierto modo representa un paso más y mejor en la evolución hacia un control más seguro. Sin embargo, son pocos fabricante los que incluyen esta tecnología y aún menos los sistemas cuyo reconocimiento vocal funciona sin muchos contratiempos. El ruido ambiental y la distorsión afectan a esta tecnología, por lo que el control manual suele hacerse necesario en demasiadas veces.
La interfaz permite almacenar infinidad de gestos y múltiples usuarios
Es por ello que Harman pretende saltarse esta tecnología de interacción para simplificar un poco más todo. El reconocimiento de gestos, según el fabricante, es ese siguiente paso debido a su facilidad para relacionar determinados gestos con funciones específicas como: subir/bajar el volumen mediante el movimiento de la cabeza a uno u otro lado, emplear un guiño como activación/desactivación del sistema multimedia, etc.
La tecnología basaría su funcionamiento en una cámara de infrarrojos que, mediante el empleo de un software, sería capaz de reconocer nuestros gestos previamente ensayados y almacenados, para que mediante la asociación con una función específica, ésta se realice sin tener que mover ni un solo dedo del volante. Además la tecnología permitiría una personalización muy amplía a través de varios posibles usuarios del vehículo, e infinidad de posibles gestos para las funciones que nosotros queramos controlar.
El único contrapunto de la tecnología de Harman es que todavía se encuentra en una fase muy experimental de desarrollo, se barajan al menos tres años hasta su posible llegada al mercado. Aún así esto no significa que hablemos de una interfaz que no podamos llegar a ver de la mano de otros fabricantes en poco tiempo ya que, gracias al amplio desarrollo y competencia entre marcas, la interfaz y el control de los sistemas de a bordo se ha convertido en uno de los apartados que más y mejor está evolucionando en la actualidad, aportando interesantes novedades con cada nuevo lanzamiento.
Fuente: Wired
Imágenes: SWNS
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