De la reducción de cilindrada en los motores no se van a salvar ni los superdeportivos, tiempo al tiempo, y desde luego las berlinas de gama alta tampoco lo harán. Eso ha empezado a ocurrir también con el Audi S8, esa versión potente y absurda de este enorme sedán. Tras el reemplazado del Audi A8 dentro de unos meses se presentará el nuevo S8, si es que la crisis o el número de clientes potenciales lo permiten.
Estas fotografías parecen corresponder al S8 o al menos es lo que denotan varios detalles. El A8 de las fotos lleva unos discos de freno más que considerables, en comparación con los que lleva el 4.2 V8 FSI de serie, así como un frontal específico más cercano al suelo y con un enrejado cromado. Por detrás marcará la diferencia con un difusor más prominente. Las llantas que lleva el A8 de las fotos no cuadran precisamente con las habituales en un coche señorial como éste, pero tampoco parece que vayan a ser las que lleve el S8.
El anterior Audi S8 montaba un motor V10 de 5.2 litros, “prestado” por el “Lamborghini Gallardo”, que aportaba 450 CV de potencia, es decir recortado con respecto a lo que ofrece en el italiano. ¿Cuál será el reemplazo? Pues el rumor más extendido afirma que utilizará un motor V8 biturbo de al menos 4 litros de cilindrada, del estilo del que monta los BMW X5 y X6 M, cuya potencia podría alcanzar los 500 CV. Es decir, menos cilindrada y algo más de potencia pero con menor consumo.
Parece que además este propulsor se instalará además en los próximos S6 y S7 para decir adiós al famoso V10 que todavía se luce en el RS6. Tampoco volveremos a escuchar nada del “tragón” motor W12, ya jubilado por Audi.
Vía: autoblog.it
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