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Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Hace un tiempo fuimos invitados por Renault a probar el nuevo Renault Laguna por los alrededores de Cascais, una preciosa localidad costera situada junto a Lisboa. En un ambiente refinado, con grandes chalets modernos, playas infinitas y acantilados vírgenes pudimos disfrutar de un Grand Tour equipado con el motor 2.0 dCi de 180 CV y el chasis 4Control con cuatro ruedas directrices. Técnicamente, el nuevo Laguna es un lavado de cara estético, que viene acompañado de alguna ligera mejora mecánica.

Con el nuevo Laguna se busca un reposicionamiento de esta berlina media. Es un hecho que por el momento no ha cuajado en ventas, en absoluto por tratarse de un mal coche, sino por un diseño – principalmente el frontal – que no ha terminado por convencer al público. Renault nos comenta que la sensación general era la de un coche falto de personalidad, y era necesaria una actualización. Este reposicionamiento también coincide con el lanzamiento del Latitude, que no es su competencia.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

El Laguna también ha quedado ligeramente atrás en cuanto a medidas, rivales como el Opel Insignia, el Citroën C5 o el Ford Mondeo, rondan o superan los 4.8 metros. El nuevo Peugeot 508 también peca de un tamaño muy grande, casi alejándose del concepto de berlina media del que el Laguna es un estandarte generalista. Es por ello que el nuevo Laguna gana un frontal mucho más dinámico y atractivo, como hemos podido ver en la versión GT probada en carrocería familiar.

Las llantas negras son siempre un punto atractivo, pero es más destacable el sistema de cuatro ruedas directrices 4Control del que os hablaremos en profundidad en la segunda parte. Este chasis dinámico está ahora disponible con más motorizaciones. Hablando de motorizaciones, con el lavado de cara el motor de acceso 1.5 dCi de 110 CV recibe una actualización que lo actualiza a la normativa Euro5 y reduce sus emisiones de CO2 a 119 g/km, no pagando Impuesto de Matriculación.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Tras el lavado de cara se deja notar la clara orientación al diésel del Laguna, disponible con motores 1.5 dCi de 110 CV y 2.0 dCi – código interno M9R – de 130, 150, 175 y 180 CV. En gasolina sólamente está disponible un atmosférico de 2.0 litros de cilindrada y 140 CV desarrollado por Nissan y compatible con bioetanol E85. Dicho sea esto, pasemos a conocer en persona al Laguna GT Grand Tour en color azul que escogimos para esta toma de contacto y veamos si realmente ha mejorado.

Contrastes deportivos

Cuando repasaba las fotos de prensa no me había resultado un vehículo espectacular, pero mi punto de vistaa cambiaba de manera radical al vislumbrar las unidades de prueba bajo el sol luso. Con color azul metalizado y llantas de color oscuro y 17 pulgadas de diámetro, comencé a repasar la estética del Grand Tour que iba a conducir. El principal cambio estético – prácticamente el único – es el frontal, remozado en profundidad con respecto a las unidades previas al lavado de cara.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Los faros son más agresivos y angulosos, y el paragolpes adopta una forma más convencional con una marcada toma de aire en posición baja, con una rejilla en color negro de lo más atractiva. Los faros antiniebla quedan enmarcados por unas pestañas plateadas muy bonitas. El aspecto de este familiar es ahora deportivo, alejado de los planteamientos habituales del segmento. Por lo que respecta al resto del vehículo, no hay cambios a destacar sobre la previa versión GT del Laguna.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Su zaga sigue contando con dos tubos de escape cromados y unas luces oscurecidas, y los retrovisores de color negro satinado contrastan con la carrocería. Los cristales traseros de este vehículo de 4.80 metros de longitud no están tintados, una solución típica para dar un toque deportivo a cualquier vehículo. Tras el repaso exterior nos subimos al habitáculo para comprobar si las mejoras en terminación han surtido efecto y el ambiente dinámico se traslada a las cinco plazas del Grand Tour.

Gran acabado, pero comedido

La versión probada era un modelo GT cargado de extras, prácticamente un full-equipe. Lo cierto es que el habitáculo retiene unos acabados impresionantes, muy agradables al tacto y la vista. El salpicadero es de una sola pieza y cuenta con una zona central terminada en metal de tacto rugoso. Un navegador Carminat TomTom se integra a la perfección sobre la consola central, cuya parte inferior también muestra los mandos de la radio y unos controles simplificados para la climatización.

Hay detalles que distinguen a esta versión GT de otros Laguna, como por ejemplo el pomo de la palanca de cambios, de aspecto metálico. También el volante forrado en cuero con ribeteado blanco, una combinación de materiales que también encontramos en los revestimientos de las puertas o el reposabrazos. La zona circundante a la palanca de cambios también está cubierta de un plástico plateado de muy buen aspecto. El control del navegador también se encuentra en dicha zona, no es táctil.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)
Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Los asientos combinan Alcantara para respaldo y banqueta, cuero para los flancos. La Alcantara era de color azul claro. Los flancos son bastante blandos, pero el asiento sujeta bien el cuerpo, tiene ajuste lumbar y unas dimensiones correctas para personas adultas de buena talla. Los pedales son de aluminio y es aquí donde terminan los toques deportivos. Los tiradores cromados de las puertas, los acentos plateados de los aireadores o los asideros son comunes a otras versiones del Laguna.

Se echa de menos una instrumentación específica y algún toque diferenciador adicional, pues quitando tapicería y túnel central podríamos estar en un Laguna 1.5 dCi y no darnos apenas cuenta. El puesto de conducción resulta muy ergonómico y lo cierto es que cómodo, evitando las servidumbres de un auténtico deportivo. El manejo de los mandos disponibles para el conductor es intuitivo, diseñado para que no tengamos que mirar el libro de instrucciones en ningún momento.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Las cotas de espacio no plantean problemas y la forma de la consola central hace que nuestra rodilla no esté apenas en contacto con la misma mientras conducimos. Las plazas traseras tienen unas buenas cotas de espacio, no sobresalientes pero suficientes para tres personas adultas, aunque si lo que buscamos es espacio deberíamos ir a por un Latitude, con espacio best-in-class para los hombros de los tres pasajeros traseros. ¿Y qué hay de la practicidad?

Aunque no tenemos muchos huecos en los que vaciarnos los bolsillos, el espacio de carga en el maletero es muy contundente. Cubica 501 litros con formas regulares y una boca de carga baja, que no nos queremos deslomar a la hora de cargar el coche para ir de viaje. Abatiendo los asientos traseros se forma una superficie enrasada de 1.593 litros de capacidad. El maletero tiene soluciones de compartimentización, con redes, ganchos y un toldo almacenable bajo el propio piso.

Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)
Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (I)

Tras este ligero repaso interior mañana arrancamos el motor y rodamos por las preciosas carreteras del sur de Portugal.

En Diariomotor: Renault Laguna Grand Tour GT 2.0 dCi, presentación y prueba en Portugal (II) | El Renault Laguna, lavado de cara | Renault Latitude, presentación y prueba en Portugal

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