Volvo ha reestructurado al completo su gama de motorizaciones desde el lanzamiento del S60 hace dos años, y la gama crece un poco más ahora con el lanzamiento de un nuevo turbodiésel intermedio. Se denomina 2.0 D3 y es un motor atípico: tiene cinco cilindros, al igual que sus hermanos de gama más potentes. Volvo redujo sus veteranos bloques de cinco cilindros – de robustez más que probada – hasta los 2.0 litros y los dotó de tecnologías remozadas. El nuevo D3 es el menos potente de los cinco en línea, desarrolla 136 CV.
Al contrario que su hermano de 2.0 D4 de 163 CV, que desarrolla nada menos que 400 Nm de par motor, en el D3 dicha cifra se reduce a 350 Nm, que sigue siendo una cifra muy alta para un motor de potencia media. El motor se montará en los Volvo S60 y S80, así como en sus respectivas versiones familiares, Volvo V60 y V70. En las berlinas emitirá sólamente 114 g/km de dióxido de carbono, mientras que en los familiares dicha cifra se queda en 119 g/km. Son consumos medios de en torno a los 4,5 l/100 km.
Toda la gama turbodiésel de estos cuatro vehículos – salvo el D5 de 215 CV – emite dióxido de carbono a razón de menos de 120 g/km, lo que me parece una cifra excepcional para vehículos de su tamaño y prestaciones. El motor 2.0 D3 de 136 CV – que encaja entre el 1.6 D2 de 115 CV y el 2.0 D4 de 163 CV – se ofrece con cajas de cambio manuales y automáticas de seis relaciones y se asocia a un sistema Stop&Start. El cinco cilindros se extenderá a más modelos de la gama Volvo con toda seguridad.
Fuente: Volvo
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